A Stanley Fisher, ex gobernador del Banco de Israel, se le preguntó una vez cómo le estaba yendo a la economía. "En una palabra, bueno, en dos palabras, no es bueno", respondió.
Esa misma pregunta ahora, cuando se hace en comparación con el año anterior, es respondida por todos los expertos económicos, altos funcionarios del Ministerio de Finanzas, compañías de calificación crediticia, firmas de inversión y el FMI, con un rotundo "no es bueno".
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Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, y Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
(Reuters)
Sólo el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, tiene una respuesta diferente, y ésa es razón suficiente para que el primer ministro Benjamin Netanyahu –un político experimentado con un profundo conocimiento de la economía, que una vez fue considerado uno de los mejores ministros de Finanzas de Israel– entre en la arena.
Los problemas económicos están llegando desde todos los frentes en los últimos días. Las firmas de calificación crediticia fueron casi las últimas en dar la alarma de que la economía de Israel sólo empeorará bajo la amenaza de una profunda reforma judicial como la que se plantea. Fueron precedidos por destacados economistas israelíes, profesores universitarios, ex altos funcionarios del Ministerio de Finanzas y premios Nobel.
Los mercados respondieron rápidamente al impulso legislativo de la coalición, ya que las acciones perdieron miles de millones en valor, y el shekel se debilitó, mientras que el dólar y el euro se fortalecieron: la moneda europea superó los 4 shekels y provocó un aumento inmediato de la inflación.
Las empresas extranjeras se alejaron de Israel y aquellos que habían estado presentes en la economía local movieron miles de millones de dólares a bancos en el extranjero.
Y luego empeoró. Los últimos informes, revelados a última hora del lunes, mostraron que Israel ya está en espiral de inflación con el índice de precios al consumidor mostrando un aumento del 0,8% en un mes. El mercado de la vivienda ya está paralizado y las transacciones caen a nuevos mínimos.
Ante todo eso, el Comité de Finanzas de la Knesset aprobó algunos acuerdos de coalición que los funcionarios del Ministerio de Finanzas advierten que causarán un gran daño a la economía, en unos pocos años.
Un informe amenazante publicado por los funcionarios presenta los riesgos para los legisladores sobre las repercusiones económicas de un proyecto de ley de presupuesto irresponsable, elaborado bajo la presión del tiempo y las promesas políticas, mientras que los fondos se asignan a los miembros menos productivos de la sociedad israelí.
Después de que se hizo esa advertencia, la Oficina Central de Estadísticas publicó sus últimos datos, que muestran una caída drástica en el nivel de vida desde principios de 2023. Después de un auge pandémico post-COVID.
La Oficina Central de Estadísticas publicó sus últimos datos, que muestran una caída drástica en el nivel de vida desde principios de 2023
Pero eso no es todo. El próximo golpe se espera para el lunes de la próxima semana, cuando es probable que el Banco de Israel eleve las tasas de interés en al menos un cuarto del uno por ciento, asestando un golpe masivo a los hogares con pagos hipotecarios o prestatarios israelíes.
Cuando el ministro de Finanzas insiste en que la economía está bien, se necesita un adulto responsable para entrar y tomar el control. Netanyahu ha demostrado en el pasado que es capaz de rescatar la economía de Israel de un desastre cercano, y podría, si así lo desea, dirigir el barco fuera de aguas peligrosas, a un puerto seguro.
