Ningún grupo u organización terrorista asumió hasta ahora la responsabilidad de las explosiones que sacudieron Jerusalem este miércoles por la mañana.
El portavoz de Hamás los elogió, pero de la redacción del comunicado se desprende que el grupo terrorista con sede en Gaza no tenía conocimiento previo de los atentados, por lo que parece poco probable que fueran ellos quienes los llevaran a cabo.
Podemos estimar quién podría tener interés en llevar a cabo un atentado de este tipo exactamente como lo vimos en Jerusalem: alguien que está afiliado, o quiere estar afiliado, al Estado Islámico (ISIS).
Es posible que el horrible resultado de las explosiones no esté directamente relacionado con la ola de incitación violenta en la que se sumió últimamente la juventud palestina, que a veces lleva a cabo atentados con el único propósito de publicarlos en las redes sociales. También es probable que estos golpes hayan sido llevados a cabo por una célula terrorista bien organizada que planificó los explosivos con mucha antelación.
En mayo de 2022 se detuvo a cinco árabes israelíes en el este de Jerusalem por planear una serie de atentados en Israel, centrados en la capital.
Otra célula terrorista fue detenida recientemente en Nazaret, y sus miembros admitieron haber planeado volar una escuela árabe que trabajaba para implementar una clase de educación sexual para los estudiantes. La célula estaba conectada con el EI y planeaba más atentados en otros lugares de Israel, centrándose en lugares religiosos.
Los cinco miembros fueron acusados recientemente ante el tribunal, y otros posibles atacantes de la célula que estaban en contacto con ellos podrían haber intentado vengarse de su detención y procesamiento legal.
La forma en que se llevaron a cabo los atentados de Jerusalem es similar al modus operandi del Estado Islámico: dos cargas explosivas colocadas en zonas públicas pobladas, y la segunda que explota un tiempo después.
Además, los explosivos colocados en bolsas y manejados a distancia es un método favorecido por los miembros del Estado Islámico en Europa, y también en Israel. Podría ser que sus miembros quisieran atacar zonas donde hay una gran población judía ultraortodoxa, lo que apunta a un posible motivo religioso.
Esto se suma al hecho de que Israel fue testigo del aumento de los ataques terroristas por parte de personas que se afiliaron al EI de alguna manera.
El comienzo de la actual ola de terrorismo, en marzo de este año, se inició con atentados -en Be'er Sheva y Hadera, respectivamente- llevados a cabo por personas que juraron lealtad al Estado Islámico.
El Shin Bet trabajó durante estos meses para contrarrestar esos ataques, lo que llevó a la detención de cinco de sus miembros en Jerusalem, pero parece que muchos otros siguen sueltos.