En los últimos días, Israel cambió su política sobre los secuestrados y tomó la iniciativa en lugar las propuestas de Catar y Egipto. Sin embargo, la iniciativa israelí choca con una posición intransigente de los dirigentes de Hamás en Gaza, liderados por Yahya Sinwar y la Jihad Islámica.
Estos exigen un alto el fuego completo -es decir, el cese de la guerra-, y la retirada de las FDI a líneas a acordarse. Sólo entonces, comenzarían las negociaciones sobre un acuerdo integral bajo el cual todos los prisioneros palestinos detenidos en las cárceles israelíes serán liberados a cambio del regreso de todos los secuestrados.
Esta exigencia ni siquiera se acerca al esquema que propone Israel, que incluye un alto al fuego en los combates durante una semana o tal vez un poco más, la introducción de mayor ayuda humanitaria y la liberación de los palestinos detenidos por razones de seguridad, incluidos aquellos con "sangre en sus manos", a un ritmo mayor respecto al acuerdo anterior.
La generosa oferta israelí pretende mostrar a las familias de los secuestrados que el gobierno y el gabinete de guerra colocaron el tema en lo más alto de la agenda, incluso a expensas de la medida para desmantelar a Hamás, que actualmente avanza a un ritmo satisfactorio, pero aún no se completó.
Según informes, las FDI tomaron el control de sólo el 60% del territorio de la Franja y le queda mucho trabajo por hacer, sobre todo debajo de la superficie.
Parece que Sinwar y su hermano Mohammed, que actualmente son quienes dictan a la dirección política de Hamás en Doha sus movimientos, todavía están convencidos de que pueden detener a las FDI mediante la presión internacional. Por lo tanto, la exigencia de un alto el fuego completo como condición para el acuerdo también la presentan los miembros de la dirección política de Hamás, Ismail Haniyeh, Khaled Mashal, Musa Marzouk y otros, que llegaron a El Cairo con el líder de la Jihad Islámica, Ziad Nahala, para discutir las negociaciones. En Israel creen que la eliminación de Sinwar -si es que ocurre- abrirá la barrera colocada por los líderes de Hamás en la Franja.
En el asunto de los secuestrados, Israel está coordinado con EE.UU., que también apoyan el plan de guerra presentado por altos miembros del establishment de defensa y del Gabinete de Guerra al Asesor de Seguridad Nacional estadounidense, al ministro de Defensa y al presidente del Comité Conjunto Jefes de Estado Mayor que visitaron el país.
Según este esquema, las FDI pronto pasarán a la Fase III, en la que se llevarán a cabo combates de diversa intensidad en diferentes partes de la Franja de Gaza. En el norte el enclave habrá combates de baja intensidad, y como ordenó el ministro de Defensa Yoav Gallant, las FDI se centrarán en demoler y neutralizar la ciudad de túneles establecidos allí por Hamás.
Por otro lado, en el centro de la Franja, los combates continuarán con alta intensidad, pero con otros métodos, principalmente selectivos y basados en inteligencia, con el objetivo de neutralizar a los dirigentes de Gaza y localizar a los secuestrados. Israel espera que la continuación del esfuerzo en la zona de Khan Yunis, en el centro de la Franja de Gaza, haga que Sinwar se dé cuenta de que no puede forzar un cese de las hostilidades, en parte porque notará que la posición estadounidense apoya plenamente a Israel y sus objetivos.
Recién entonces expresará una voluntad diferente de negociar.
Otra palanca que Israel espera que sea eficaz es la presión de Catar y Egipto sobre Hamás. Según detallan desde los mandos de Defensa así es como funciona la cadena: Israel ejerce presión sobre Estados Unidos para que ejerza presión sobre Catar y Egipto, para que estos a su vez ejerzan presión sobre la dirección política de Hamás, que a su vez ejerce presión sobre la dirección en Gaza. Es decir, Israel espera que junto con la presión militar sobre Khan Yunis y el estrechamiento del círculo hacia el liderazgo de Hamas, esto conduzca a un cambio en su posición.
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Un video sobre tres rehenes israelíes fue publicado esta semana por la Jihad Islámica.
(Ynet)
Pero sucederá -si sucede- sólo dentro de una semana o dos al menos. La única señal alentadora es que aparentemente está surgiendo una disputa entre los líderes políticos que llegaron a Egipto y Sinwar. A esta ruptura se aludió el miércoles en una entrevista de uno de los principales líderes políticos de Hamás, Hussam Badran, a los medios de comunicación estadounidenses.
Mientras tanto el acuerdo se encuentra en un punto muerto.
Lo alentador es que los combates avanzan bien en todos los sectores e incluso antes de lo previsto.