La redada nocturna en Nablus el lunes fue parte de los esfuerzos concertados de los servicios de seguridad israelíes para eliminar a los terroristas responsables de una serie de ataques en los últimos meses.
La operación tuvo como objetivo la casa de un líder del grupo terrorista recién surgido, Guarida de los Leones, y terminó con la vida del propio jefe del grupo, así como de cuatro de sus asociados.
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Secuelas de la redada de las FDI en la casa del líder de La Guarida de los Leones.
(Reuters)
Los jóvenes militantes han ganado poder a los ojos de los palestinos a través de su presencia en las redes sociales, lo que plantea un nuevo tipo de desafío para las fuerzas que los persiguen.
El grupo cuenta con decenas de hombres, en su mayoría veinteañeros, que no están afiliados a Hamás ni a los grupos terroristas de la Yihad Islámica.
Anteriormente se daban a conocer bajo el nombre de "El Batallón de Nablus", y actuaban de manera semiorganizada y no como un escuadrón terrorista o una milicia.
Sus miembros habían pasado desapercibidos en un principio para la seguridad israelí, mientras se armaban con la ayuda de las células terroristas existentes, realizaban ataques e instaban a otros a unirse a ellos.
Sus operaciones fueron consideradas descuidadas y poco profesionales por los funcionarios de seguridad, quienes observaron disparos fallidos a objetivos desde la distancia antes de escapar de regreso a Nablus.
Pero al menos en una ocasión su ataque fue fatal, cuando el soldado de las FDI Ido Ben Baruch fue asesinado a tiros por algunos de sus miembros en un tiroteo cerca del asentamiento de Shavei Shomron en Cisjordania.
Unos 20 ataques recientes son atribuidos al grupo, poniendo a prueba a las fuerzas de seguridad y alterando la vida de los colonos en el área.
Los terroristas ganaron gran parte de su popularidad a través de la aplicación de redes sociales TikTok, donde publican clips de sus ataques, alentando a los jóvenes palestinos de toda Cisjordania a unirse.
La notoriedad de La Guarida de los Leones se extendió desde Cisjordania a Israel e incluso al Líbano, donde uno de sus miembros, Ibrahim al Nablusi, fue mencionado por el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en un discurso reciente. Al Nablusi fue asesinado por tropas israelíes en agosto pasado durante un tiroteo.
Pero a pesar de su creciente fama, el pequeño grupo se vio gravemente afectado en los últimos días, luego de que algunos de sus miembros principales fueran eliminados. Todavía queda un núcleo de 10 a 15 jóvenes, y aunque se abstienen de afiliarse a una organización terrorista existente, muestran gran convicción ideológica e ímpetu.
Se identifican con la resistencia palestina, la lucha armada contra Israel, y debido a su juventud, no recuerdan y, por lo tanto, no temen, la ferocidad potencial de una gran operación militar israelí, como las que se llevaron a cabo a principios de la década de 2000.
Los esfuerzos por combatir al grupo con frecuentes allanamientos, detenciones y altercados, no han logrado evitar que los militantes lleven a cabo sus ataques, pero han enfurecido a los colonos que salieron a las calles para protestar por la pérdida de seguridad.
La creciente tensión ha llevado a los militares a tomar más medidas. Las fuerzas de seguridad revisan todos los automóviles que salen de Nablus y, como resultado, los terroristas ya no parecen poder atacar los asentamientos o los colonos que circulan por las carreteras de Cisjordania y los obligaron a concentrar sus esfuerzos más cerca de la propia Nablus.
Las operaciones militares fueron posibles gracias a la inteligencia obtenida por el Shin Bet y la Unidad 8200 de las FDI, ambas capaces de recopilar información sobre una organización que no existía hasta hace poco.
La inteligencia incluía los nombres de los miembros del grupo, así como su ubicación y movimientos. La ubicación precisa del apartamento del líder en la redada del lunes y el conocimiento de que miembros de alto rango del grupo estarían presentes allí en ese momento resultó de vital importancia.
Israel también revocó los permisos de trabajo de unos 164 palestinos, en su mayoría familiares de miembros del grupo terrorista.
Ahora, los funcionarios de seguridad vigilan de cerca los acontecimientos sobre el terreno, preocupados de que se pueda lanzar un ataque terrorista en venganza por la operación del lunes.
Mientras se mantiene el cierre de Nablus, los altos mandos están instruyendo a las fuerzas para que mantengan la vigilancia y los funcionarios de seguridad de los asentamientos también están en alerta.
Los llamados a un día de furia y huelgas en las calles palestinas también han causado cierta preocupación, ya que las tropas esperan enfrentamientos con la población local en el futuro próximo.
Pero los funcionarios estiman que los terroristas en este momento están intentando huir y evadir la captura en lugar de planeando nuevos ataques.
Añaden que, a la larga, los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina se beneficiarán de las recientes acciones israelíes después de que no lograran ellos mismos controlar al grupo y, de hecho, de que hayan sido amenazados e intimidados por sus miembros.
Se ha visto a los miembros del grupo marchando por las estrechas calles de la Kasbah, centro histórico de la ciudad, disparando contra las tiendas y aterrorizando a los residentes locales, como una banda criminal. Con su salida, la Autoridad Palestina podría recuperar el control de esas calles.
