El jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Tomer Bar.
El jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Tomer Bar.
Gavriel Baharlia
Despegue de un avión de la Fuerza Aérea israelí.

La delgada línea entre la disidencia y la seguridad nacional de Israel

Opinión. Los reservistas que se niegan a prestar servicio hasta que se congele la reforma judicial necesitan aprender el concepto de negligencia contributiva, ya que son ellos quienes han convertido la seguridad de la nación en un peón político.

Amit Segal |
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Cuando Israel celebre su centenario, un desfile de palabras controvertidas en la historia del país ocupará el centro del escenario. Junto a la doctrina de "baja probabilidad de guerra" de la Dirección de Inteligencia de las FDI, resonará en todas ellas una proclama estremecedora e impactante. El orador es un enigmático piloto reservista, conocido sólo por el atisbo de su rostro captado por las cámaras en marzo de este año: "Si no frenan la reforma, no atacaremos a Irán", declaró con voz atronadora.
Esta declaración habría sido una fuente de diversión, si no fuera por el hecho de que se refería a nuestro ejército y nuestra seguridad. Casi se podía ver el asombro de las Fuerzas Aéreas israelíes, que se enfrentaban a la disminución del respeto por sus pilotos como si hubieran entrado en una película media hora después de que hubiera empezado.
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Despegue de un avión de la Fuerza Aérea israelí.
Despegue de un avión de la Fuerza Aérea israelí.
Despegue de un avión de la Fuerza Aérea israelí.
(Shutterstock)
Los responsables de disminuir este respeto por la Fuerza Aérea son el mismo grupo que persigue implacablemente a Israel en la escena internacional. El nivel de desapego a la realidad es asombroso: Por un lado, dejan de defender al país; por otro, lamentan los perjuicios para la seguridad.
Por un lado, abandonan la cabina; por otro, esperan aplausos y elogios.
De hecho, el término "rechazo" no es muy adecuado para describir la situación. No es sólo porque sea despectivo; en realidad supone un cierto cumplido para quienes han decidido jugar con la seguridad del país.
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El jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Tomer Bar.
El jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Tomer Bar.
El jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Tomer Bar.
(Gavriel Baharlia)
El teniente coronel Eli Geva, que se negó a mandar una división durante la guerra del Líbano de 1982, que consideraba un conflicto temerario, fue una voz disidente del norte. Luego está el cabo Avi Bieber, que abandonó la evacuación de colonos en Gush Katif en 2005, también procedente del norte.
Ambos eligieron seguir su corazón a pesar del alto costo de los procedimientos legales, la condena y el ridículo.
Los pilotos reservistas que se niegan a servir hasta que se congele la reforma no son negacionistas. No tienen conciencia de atacar a Siria, entrenarse en vuelos nocturnos o planear misiones de alto riesgo en los cielos libaneses. Sus acciones son un golpe a la seguridad nacional, impulsadas por el deseo de alterar su curso.
Sorprendentemente, culpan al gobierno de comprometer la seguridad, pero si profundizaran en términos jurídicos -y no sólo en seminarios unilaterales organizados para ellos en vísperas de su dimisión masiva- aprenderían el concepto de "negligencia contribuyente". Son ellos los que han convertido la seguridad de la nación en un peón político, cueste lo que cueste.
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Reservistas de las FDI protestan en Tel Aviv.
Reservistas de las FDI protestan en Tel Aviv.
Reservistas de las FDI protestan en Tel Aviv.
(Ynet)
Ron Scherf, cofundador de "Hermanos de Armas" y oficial de la unidad de élite Sayeret Matkal de las FDI, ya ha declarado que si Israel se enfrenta a un ataque él no servirá.
Cuando el gobierno del primer ministro Yitzhak Rabin trajo al país a Yasser Arafat y sus secuaces, con toda su historia y bagaje, a Netanyahu le preguntaron qué formas de protesta eran legítimas en esta lucha. Su respuesta fue clara: "Manifestaciones, peticiones y votaciones parlamentarias", dijo. ¿Y negarse a servir en el ejército? "Ni se les ocurra", respondió, "está prohibido proponer acciones que puedan dividir al pueblo".
Así que en lugar de lamentar el deterioro de su imagen pública, los que se niegan a servir harían bien en apreciar su buena suerte por la indulgencia que reciben de la oposición, de diversos segmentos de los medios de comunicación e incluso del ejército.
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Benjamin Netanyahu dice que Israel "puede arreglárselas sin unos cuantos pilotos" pero no sin gobierno.
Benjamin Netanyahu dice que Israel "puede arreglárselas sin unos cuantos pilotos" pero no sin gobierno.
Benjamin Netanyahu dice que Israel "puede arreglárselas sin unos cuantos pilotos" pero no sin gobierno.
(Reuters)
El jefe de las Fuerzas Aéreas israelíes, Tomer Bar, instó a quienes cesan en sus esfuerzos voluntarios en la ceremonia del Día de los Caídos a recordar que: "El valor en el campo de batalla también incluye el valor de expresar una opinión". Y advirtió: "Si continúan los ataques contra mi personal, será difícil que vuelvan".
En cuanto a los oficiales que han dimitido, parecen adecuadas las palabras que pronunció una vez el ex presidente israelí Reuven Rivlin sobre los miembros del Likud que se habían desviado del camino: "Vienen de un buen hogar, pero hace tiempo que no lo visitan".
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