Cuando se trata de la frontera entre Israel y el Líbano, hay múltiples puntos en discordia, que están siendo discutidos por funcionarios que llegaron a la región, en los últimos tiempos, para evitar el tipo de escalada que podría provocar toda guerra, escenario que ambos países, así como Hezbolá, esperan evitar.
Amos Hochstein, asistente adjunto del presidente Biden, fue informado sobre que, por mucho que Israel se esfuerce por lograr una solución diplomática, está igualmente comprometido a emprender acciones militares para distanciar a las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani.
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Israel está comprometido a emprender acciones militares para distanciar a las fuerzas de Hezbolá, al norte.
(Mohammad Zaatari)
La posición libanesa, compartida con Hezbolá, es que no se llevarán a cabo negociaciones hasta que concluya la campaña militar de Israel en Gaza. El propio líder del grupo respaldado por Irán, Hassan Nasrallah, expresó el mismo punto durante un discurso televisado el viernes.
El Líbano sostiene que hay 13 puntos diferentes, a lo largo de la Línea Azul, la actual frontera con Israel, percibidos por Beirut como territorio libanés soberano, que actualmente está en manos de Israel y que se resolverá en futuras negociaciones. "Nos enfrentamos a una oportunidad histórica para liberar nuestras tierras e impedir que el enemigo invada nuestras fronteras y el espacio aéreo", añadió Nasralá en su discurso.
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Hochstein se dedicaría a sentar las bases para convencer a Israel de que entregue su sección norte a los libaneses.
(Ariel Hermoni, Ministerio de Defensa)
Esos 13 puntos están a lo largo de la frontera, desde el mirador de Rosh Hanikra, hacia el este, hasta la zona entre la ciudad israelí de Metula y la aldea libanesa de Al-Wazzani.
Uno de los principales puntos a los que Hochstein hace referencia es Land Terminus, conocido como B1. Este punto fronterizo marca la conexión terrestre final entre Israel y el Líbano, en el sector occidental, a lo largo del Mar Mediterráneo. El Líbano busca la retirada de Israel de esta zona de importancia estratégica, tanto geográfica como militar. Además, esta parte también determina la frontera marítima entre los dos países.
Otra zona de discordia es Ghajar, una aldea árabe alauita en el río Hasbani. Aunque técnicamente está dividida por la mitad, Israel lo controla todo, y parte de la misión de Hochstein se dedicaría a sentar las bases para convencer a este país de que entregue su sección norte a los libaneses.
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Nasralá y Netanyahu siguen muy separados respecto del río Litani.
(Reuters, Yoav Dudkevitch)
Y luego está el Monte Dov, también conocido como las Granjas de Sheba, donde ya se produjeron intercambios de disparos. Se encuentra al norte del pueblo de Majdal-Shams y su elevación lo convierte en un valioso punto estratégico. El Líbano afirma que es parte de su territorio soberano. Israel, naturalmente, tiene una perspectiva diferente.
Dorothy Shea, ex embajadora de Estados Unidos en el Líbano, sostuvo que las recientes conversaciones entre delegaciones de las dos naciones concluyeron en un acuerdo sobre 7 de los 13 puntos en discordia, según Asharq Al-Awsat, un periódico internacional árabe, con sede en Londres.
Una espina llamada Hezbolá
Sin embargo, esos 13 puntos no son el único problema. Para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, en el norte, Israel exige que las fuerzas de Hezbolá permanezcan al norte del río Litani dejando, así, una distancia suficiente para garantizar a los residentes de Kiryat Shmona, Shtula, Misgav Am y muchas otras comunidades, que no serán víctimas de un ataque similar al llevado a cabo por Hamás en el sur, o ser objeto de disparos de cohetes. Hezbolá rechaza esa demanda.
Dorothy Shea, ex embajadora de Estados Unidos en el Líbano, sostuvo que las recientes conversaciones entre delegaciones de las dos naciones concluyeron en un acuerdo sobre 7 de los 13 puntos en discordia.
Un alto miembro de las fuerzas armadas libanesas dijo a al-Akhbar, el mes pasado, que "los miembros de Hezbolá son los propietarios legítimos de tierras en el sur del Líbano y, por lo tanto, no serán desalojados de sus hogares y tierras".
Hochstein es plenamente consciente de lo alejadas que están las posiciones de Israel y Hezbolá, razón por la cual no mencionó el tema durante la última ronda de negociaciones. El pensamiento convencional afirma que está interesado en permitir, primero, que se resuelvan los 13 puntos, y sólo después abordar el desacuerdo entre Israel y Hezbolá, cuando resulte demasiado costoso para ambas partes permanecer atrincherados en su enfoque de "todo o nada".
Además, el Líbano exige que Israel cese todas las incursiones en su territorio, ya sea por mar, aire o tierra. Muchos de los ataques de Israel contra Siria pasan por el espacio aéreo libanés. El Líbano sostiene que Israel es culpable de violar repetidamente la Resolución 1701 al atacar al Líbano. La resolución "pide el cese total de las hostilidades, el despliegue de fuerzas libanesas en el sur del Líbano, la retirada paralela de las fuerzas israelíes detrás de la Línea Azul, el fortalecimiento de la fuerza de la ONU (FPNUL) para facilitar la entrada de las fuerzas libanesas en la región y el establecimiento de una zona desmilitarizada, entre la Línea Azul y el río Litani."
Otro asunto que obstaculiza el camino hacia un acuerdo es la terrible situación financiera y política del Líbano. Actualmente, no hay ningún presidente en el cargo, después de que Michel Aoun lo dejara en 2022. Sin un titular, se considera que el Líbano no está suficientemente preparado para discutir acuerdos amplios.