El creciente esfuerzo de Hamás para promover el terrorismo en Cisjordania, el incidente del tiroteo a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza la semana pasada y el lanzamiento de un cohete a Tel Aviv durante el fin de semana, supuestamente provocado por un rayo, deberían ser una advertencia para que los responsables políticos israelíes no se dejen llevar por una falsa sensación de seguridad.
Si analizáramos las acciones y los comentarios realizados tanto por Israel como por Hamás desde la guerra de mayo de 2021, conocida como “Operación Guardián de los Muros”, notaríamos una evidente discrepancia entre las aparentes intenciones de las dos partes.
Israel está trabajando para mejorar la economía en el enclave controlado por Hamás para mejorar la vida en la Franja de Gaza, ya que los funcionarios israelíes creen que dará un incentivo a la población local para que se oponga a los principios yihadistas, promovidos por Hamás y su líder Yahya Sinwar
Israel está trabajando para mejorar la economía en el enclave controlado por Hamás para mejorar la vida en la Franja de Gaza, ya que los funcionarios israelíes creen que dará un incentivo a la población local para que se oponga a los principios yihadistas, promovidos por Hamás y su líder Yahya Sinwar.
Hamás, sin embargo, está utilizando el alto el fuego alcanzado después de la guerra de mayo para rehabilitar su poder militar antes de un conflicto futuro, y amenaza sin cesar con renovar la violencia si no se cumplen sus demandas no solo en lo que respecta a los desarrollos en Gaza, sino también en Jerusalem, Cisjordania y en las prisiones de Israel, donde se encuentran encarcelados varios terroristas palestinos.
Los legisladores israelíes deben cambiar su forma de pensar y sus acciones cuando se trata de la Franja de Gaza.
Primero, es necesario reconocer las limitaciones de la forma occidental de pensar que la buena economía puede detener a las ideologías radicales.
Este modelo ha fallado muchas veces durante las últimas décadas en el Medio Oriente, incluso durante la “Operación Guardián de los Muros”, en la que Hamás por primera vez en su historia llevó a cabo un ataque contra Israel por motivos religiosos. Y el ataque comenzó con una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego anterior, sin ninguna tensión en la Franja de Gaza y con la situación civil mejorando rápidamente en ese momento.
En segundo lugar, es necesario que Israel haga lo que afirma. Durante la “Operación Guardián de los Muros”, muchos funcionarios israelíes decían que "lo que sucedió en el pasado, no pasará en el futuro".
La promoción de Israel de gestos civiles hacia la Franja de Gaza, como otorgar permisos de trabajo a los comerciantes, sin exigir que Hamás devuelva a los soldados caídos y a los civiles secuestrados, y que deje de rearmarse y promover el terrorismo en Cisjordania y Jerusalem, puede resultar en una calma temporal en el área, pero también podría convertirse en un desafío estratégico a largo plazo.
La política israelí actual encarna el reconocimiento de Hamás como gobernante legítimo de Gaza, reforzando su estatus en el sistema palestino y minimizando la posibilidad de una protesta pública contra la organización, así como la posibilidad de que la Autoridad Palestina se apodere de la Franja de Gaza políticamente
La política israelí actual encarna el reconocimiento de Hamás como gobernante legítimo de Gaza, reforzando su estatus en el sistema palestino y minimizando la posibilidad de una protesta pública contra la organización, así como la posibilidad de que la Autoridad Palestina se apodere de la Franja de Gaza políticamente.
Israel enfrenta un dilema entre una mala alternativa y un problema que actualmente no tiene una solución adecuada. Una respuesta indulgente israelí a los ataques que se originan en Gaza probablemente implicará más ataques, pero también puede fortalecer la disuasión de Israel, deteriorar las relaciones entre la organización terrorista y los habitantes de Gaza y perturbar sus esfuerzos para convertirse en "el Hezbollah de la frontera sur".
Lo más importante es que Israel necesita mejorar su capacidad para comprender la lógica de Hamás. Es una organización impulsada por acciones performativas para cumplir con sus objetivos ideológicos a largo plazo. Hamás ocasionalmente accede a un alto el fuego, porque sirve a sus motivos e intereses, pero una buena vida pacífica para los palestinos seguramente no es uno de sus objetivos.
Para Hamás, el bienestar de los residentes de Gaza es una consideración, no una limitación, e Israel tiende a tener dificultades para entender eso. El grupo está impulsado por un conjunto diferente de valores y, al final, sus acciones son el resultado de su pasión por su peligrosa ideología.
El hecho de que la última ronda de combates no se haya convertido en algo más grande no es garantía de que Hamás no vuelva a violar el acuerdo de alto el fuego con Israel, según sus propios intereses.
Como resultado, la próxima vez que Hamás elija atacar a Israel por sorpresa, el golpe puede ser más devastador que antes.