Los disturbios volvieron a la frontera entre Gaza e Israel, provocando el cierre del paso fronterizo de Erez, en el extremo norte del enclave. Esto interrumpió los desplazamientos diarios de 17.000 trabajadores palestinos.
Las FDI sospechan que, aunque Hamás no organiza los disturbios, el grupo los facilita. Diariamente, entre 100 y 200 palestinos se reúnen en hasta cuatro lugares distintos, donde queman neumáticos y lanzan piedras y explosivos contra la barrera fronteriza. Las autoridades israelíes temen que el cierre de Erez provoque ataques con cohetes de Hamás contra Israel.
3 צפייה בגלריה
Con la pobreza rampante, quemar neumáticos es lo solución para los manifestantes de Gaza.
(Ynet)
Las protestas semanales, que habían cesado hace tres años, resurgieron en el último mes. Enfrentada a una grave crisis financiera en Gaza, Hamás amenazó con reactivar la llamada "Marcha del Retorno".
Saleh al-Arouri, miembro de alto rango de Hamás, al que a menudo se hace referencia como "el comandante militar de Cisjordania", se manifestó especialmente a favor de aumentar las protestas y sus pedidos cobraron fuerza a raíz de las frecuentes operaciones de las FDI en zonas de Cisjordania como Jenín y Naplusa, así como de las actuales tensiones con Hezbolá a lo largo de la frontera norte de Israel.
Hace aproximadamente un mes, una organización conocida como Autoridad Nacional Suprema para la Gran Marcha del Retorno y la Ruptura del Asedio, principal responsable de las protestas y disturbios a lo largo de la frontera entre Gaza e Israel, estableció una serie de campamentos. Se emplearon excavadoras y otra maquinaria pesada para construir nuevas carreteras y nivelar el terreno cercano, con el fin de facilitar las recurrentes protestas.
Aunque Hamás optó finalmente por cesar sus actividades, esta decisión provocó la aparición de varios grupos independientes que comenzaron a amotinarse espontáneamente. Estos grupos utilizaron tenues justificaciones para sus acciones, como el sonido del shofar en el Monte del Templo.
Aunque Hamás no orqueste directamente estos sucesos, las FDI siguen exigiendo responsabilidades a la organización palestina.
Pero muchos palestinos dudan en participar en los disturbios, temiendo el riesgo de ser alcanzados por las FDI. El sentimiento general es que el alto riesgo de sufrir lesiones mortales es mayor que la recompensa de participar en una revuelta, lo que lleva a muchos a quedarse en casa.
No obstante, las FDI parten de la base de que la situación puede agravarse en cualquier momento. Esto se debe a los incidentes de individuos que lanzan artefactos explosivos y se acercan a la valla con armas de fuego cargadas con munición real.
La División Gaza de las Fuerzas de Defensas está haciendo los preparativos necesarios para tal escalada, ya que el número de manifestantes podría ascender a miles.
Para mejorar la seguridad, se instalaron sensores terrestres adicionales a lo largo de la frontera, que proporcionan una capa adicional de protección a los soldados estacionados cerca del enclave.
