Israel se está preparando para activar un campo de gas en alta mar cerca de su disputada frontera marítima con Líbano, con el objetivo de aumentar las exportaciones de energía a Europa, pero arriesgándose a aumentar tensiones con su vecino del norte.
Israel y Líbano, que siguen técnicamente en guerra, mantienen desde 2020 conversaciones intermitentes con la mediación de Estados Unidos para delimitar su frontera mediterránea, lo que podría permitir a ambos países impulsar la exploración de gas natural en alta mar.
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Plataforma de gas Karish en el mar Mediterráneo frente a la costa de Israel.
(Energean)
Pero el yacimiento de gas de Karish surgió como un posible problema. Israel afirma que el yacimiento de gas, cuya licencia está en manos de la empresa Energean, que cotiza en la bolsa de Londres, se encuentra enteramente dentro de su zona económica exclusiva.
Líbano afirma que parte de la plataforma se encuentra en sus propias aguas.
El movimiento chiíta libanés Hezbollah lanzó drones desarmados hacia Karish en julio, después de que Energean introdujera un buque de producción en el yacimiento y amenazó con atacar si Israel procede a la extracción.
Funcionarios israelíes afirman sistemáticamente que las amenazas de Hezbollah sobre Karish no disuadirán la producción, insistiendo en que el control del yacimiento no está abierto a discusión.
"Israel cree que es posible y necesario llegar a un acuerdo sobre una frontera marítima con el Líbano, de manera que sirva a los intereses de los ciudadanos de ambos países", dijo el primer ministro Yair Lapid en un comunicado.
"La producción de gas de la plataforma no está relacionada con estas negociaciones, y la producción de gas de la plataforma comenzará sin demora, tan pronto como sea posible", añadió, este lunes.
Para Israel, garantizar la producción de Karish es crucial para lograr su objetivo de aumentar las exportaciones de energía a Europa, que trata de llenar los vacíos de suministro causados por la disminución de las ventas rusas debido a la guerra en Ucrania.
"Vamos a formar parte del esfuerzo para reemplazar el gas ruso en Europa", manifestó Lapid, junto al canciller alemán Olaf Scholz en Berlín días atrás.
Israel aspira a suministrar el "10 por ciento" de lo que Moscú entregaba a Europa antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero, según Lapid.
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Una corbeta de la Armada israelí navegando junto al campo de gas Karish.
(Prensa FDI)
Tensiones en el Líbano
Las opciones de Israel para impulsar las exportaciones de gas a Europa son complejas y están llenas de desafíos.
Pero los expertos coinciden en que la mejor opción a corto plazo es aumentar las ventas a Egipto, que podría licuar el gas israelí antes de enviarlo a Europa.
Israel y Egipto firmaron un acuerdo en junio para colaborar en este esfuerzo.
Pero si Israel quiere enviar más gas de sus yacimientos de Leviatán y Tamar a Egipto y al mismo tiempo satisfacer sus necesidades energéticas, necesita "tener una producción estable de Karish", comentó a la AFP la especialista israelí en la industria del gas Gina Cohen.
Según ella, los planes israelíes de aumentar las exportaciones a Europa dependen también de la ampliación de la capacidad del gasoducto existente hacia Egipto.
A pesar de "las palabras de Lapid", Israel "todavía no está ahí", comentó.
Los objetivos de exportación de gas de Israel a largo plazo podrían alcanzarse mediante la construcción de un gasoducto a Turquía, un escenario con mejores perspectivas en medio del calentamiento de los lazos entre Ankara e Israel.
Pero los funcionarios calculan que eso podría llevar hasta tres años con un coste de 1.500 millones de dólares.
Otra opción es el proyecto EastMed, una propuesta de oleoducto en el fondo del mar que uniría a Israel con Chipre y Grecia, pero también hay dudas sobre el coste y la viabilidad de ese proyecto.
En las conversaciones mediadas por Estados Unidos, Líbano exigió inicialmente 860 kilómetros cuadrados en la zona marítima en disputa, pero luego pidió 1.430 kilómetros cuadrados adicionales, incluyendo parte del campo de Karish.
Beirut modificó su posición en junio, comunicando al enviado estadounidense Amos Hochstein que estaba dispuesto a retirar sus demandas sobre el territorio en el que Israel planeaba extraer gas de forma inminente.
Pero las amenazas de Hezbollah sobre Karish persisten y el ex general israelí Amir Avivi advirtió que el riesgo de hostilidades es posible, aunque ambos gobiernos quieran ver una producción de gas mayor y estable.
"Hezbollah está utilizando básicamente la cuestión de Karish y esta disputa marítima para demostrar que son ellos los que se preocupan por los intereses de Líbano", planteó.
