Netanyahu y Biden no están en los mejores términos, pero el tono bajo en las últimas horas.
Netanyahu y Biden no están en los mejores términos, pero el tono bajo en las últimas horas.
Reuters
Netanyahu y Biden no están en los mejores términos, pero el tono bajo en las últimas horas.

Primera insinuación de EE.UU.: Envío de ayuda a cambio de cumplir demandas

Análisis. La visita de Gallant a Washington comenzó en un tono áspero cuando los funcionarios estadounidenses vincularon la ayuda adicional con la política de Israel para civiles gazatíes. Además, expresaron frustración por el plan postguerra de 'Bibi'.

Ron Ben-Yishai |
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Las relaciones entre Israel y Estados Unidos parecen volver -de a poco- a la normalidad después de que la administración Biden diera una nota para calmar las aguas al Wall Street Journal este jueves.
En la charla, aseguró: "Estados Unidos presiona para dar forma a la operación Rafah de Israel, no para detenerla". Y esto, refleja la posición del gobierno en Washington. Pero la visita del ministro de Defensa, Yoav Gallant, comenzó con una nota más amarga cuando los funcionarios expresaron su decepción con la política de guerra de Israel en general y la posición de Netanyahu en tres cuestiones: la ayuda humanitaria; el plan para el "día después", que el gobierno israelí se niega a revelar si existe tal plan; y la operación Rafah.
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Netanyahu y Biden no están en los mejores términos, pero el tono bajo en las últimas horas.
Netanyahu y Biden no están en los mejores términos, pero el tono bajo en las últimas horas.
Netanyahu y Biden no están en los mejores términos, pero el tono bajo en las últimas horas.
(Reuters)
Gallant comentó a sus anfitriones que Israel "hará todo lo posible y ya está aumentando las cantidades de ayuda humanitaria que ingresa a la Franja", pero les remarcó que "no hay hambre en Gaza". Gallant aseguró a los estadounidenses que Israel no permitirá que la situación humanitaria se convierta en un hambre generalizada, incluso en la parte norte de la Franja.
Luego, reiteró que apoya la entrada de palestinos que no pertenecen a Hamás para llenar el esperado vacío de liderazgo en la Franja y que el movimiento Fatah es actualmente la única organización que puede equilibrar demandas de Israel y de los palestinos. Además, destacó que esa es su posición, pero el gobierno no declaró todavía su plan para el día siguiente.
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Yoav Gallant, ministro de Defensa, en su visita a Estados Unidos.
Yoav Gallant, ministro de Defensa, en su visita a Estados Unidos.
Yoav Gallant, ministro de Defensa, en su visita a Estados Unidos.
(AFP)
Con respecto a la operación de las FDI en Rafah, Galant sostuvo que los cuatro batallones que quedan en esa área deben ser desmantelados porque de lo contrario Hamás seguiría representando una amenaza para Israel, y que, como hijo de los sobrevivientes del Holocausto, "Nunca más" es un plan de trabajo y no sólo un principio.
Más tarde, pidió a Estados Unidos que no ponga obstáculos a Israel sino que le ayude a terminar la guerra, después de haber matado a 11.000 terroristas de Hamás. No es necesario matar al último terrorista, argumentó Gallant, pero Hamás, como ejército terrorista con casi tres divisiones de soldados, debe dejar de existir.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses insinuaron que existe un vínculo entre las solicitudes estadounidenses y la ayuda de 14 mil millones de dólares que se prometió a Israel al comienzo de la guerra.
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Gallant se reúne con el secretario estadounidense Austin en el Pentágono.
Gallant se reúne con el secretario estadounidense Austin en el Pentágono.
Gallant se reúne con el secretario estadounidense Austin en el Pentágono.
(Ministerio de Defensa)
Los estadounidenses no amenazaron explícitamente, pero las insinuaciones y el "vínculo" entre los asuntos humanitarios y la ayuda militar a Israel eran muy claros. Gallant, por su parte, intentó y logró parcialmente restablecer la confianza entre los altos miembros de la administración demócrata, el Gabinete de Guerra y las filas profesionales de las FDI. Sin embargo, las relaciones entre Estados Unidos e Israel seguirán su curso difícil por ahora.
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