Cuatro días después de la retirada de las IDF de Khan Younis, junto a las masas de residentes que regresan a sus hogares destruidos, también se vio a operativos de Hamás que empiezan a reafirmar su control sobre la ciudad del sur de la Franja de Gaza. Estos, se cuidan de no moverse en grupos, y llevan un comportamiento severo, además de llevar porras para restablecer su control sobre la población.
Mientras Israel insiste en no permitir que los miles de operativos de Al Fatah que viven en la Franja de Gaza sustituyan al gobierno de Hamás, ni siquiera como mecanismo burocrático, el paso de los meses hace cada vez más difícil alcanzar incluso los objetivos más modestos de la guerra: reducir el control civil, no sólo militar, de Hamás, especialmente después de que la principal operación militar de las FDI terminara esta semana, para continuar con incursiones limitadas.
Las Fuerzas Aéreas no atacarán a los trabajadores municipales que limpian los escombros de las calles, ni a los jefes de saneamiento de Gaza o quienes dirigen departamentos regionales de educación que siguen recibiendo su salario por parte de Hamás.
Incluso ahora, las FDI luchan por identificar y atacar los mecanismos de seguridad interna intactos de Hamás, que siguen operativos e infunden miedo entre los civiles.
A estas fuerzas se unen miembros del ala militar disfrazados y sin portar armas a campo abierto.
Ante la ausencia de una estructura de gobierno alternativa y la inacción continuada, Israel perpetúa de hecho el gobierno civil de Hamás en Gaza, contribuyendo a su resurgimiento en los años venideros.
Los "ejecutores" de Hamás sólo son atacados si se presenta una oportunidad real. Por ejemplo, el mes pasado se identificó a un grupo de ejecutores de Hamás de este tipo en la plaza Kuwait de Shijaiyah y se le atacó inmediatamente desde el aire, eliminando a la mayoría de sus miembros.
El ejército israelí y el Shin Bet informaron de que el alcalde de Al-Maghazi fue asesinado recientemente por ser el jefe del comité de emergencia local de Hamás. Sin embargo, el reto de localizar y apuntar a la dispersa plantilla de miles de operativos de Hamás se asemeja a encontrar una aguja en un pajar.
En los bulliciosos mercados de Jabaliya, los operativos de Hamás mantienen actualmente el orden e impiden la subida de precios. Según los datos de las fuerzas de defensa, hubo un éxito notable: los precios de los alimentos en Gaza bajaron significativamente en el último mes, lo que indica una estabilización económica en la región.
Los militares prevén que pronto se produzcan escenas similares en Khan Younis. Los servicios de defensa señalan que Hamás también redujo los impuestos para aliviar la carga de la población, especialmente antes del Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán.
En las zonas en las que las FDI aún no operaron, como Rafah y las ciudades del centro de la Franja, el control civil de Hamás se considera moderado, e incluye la aplicación de la ley y el orden por parte de la policía.
Ahora, Israel se está preparando para acciones contra otras dos brigadas de Hamás que aún no se abordaron: en Deir al-Balah y las ciudades centrales vecinas como Nuseirat, y en la ciudad de Rafah.
El gobierno convirtió inadvertidamente Rafah en punto de encuentro mundial contra la continuación de las operaciones terrestres de las FDI en Gaza, con oficiales advirtiendo a los soldados de las unidades preparadas para operar en Rafah que "se preparen para muchas bajas", especialmente si cientos de miles de residentes y desplazados no se marchan.
Jordania elude las protestas
En las últimas noches, un espectáculo extraordinario se desarrolló en las carreteras del sur de Israel: más de 60 camiones jordanos viajaron desde el sur del valle del Jordán, a través del norte del Néguev y el valle de Arava, hasta el cruce de Nitzana, fronterizo con el Sinaí.
Tras varias horas de inspección, continuaron por la carretera fronteriza 10 hasta el cruce de Kerem Shalom y entraron en Gaza.
Esta ruta, que parte del Reino Hachemí y termina en el pequeño enclave, está escoltada por la policía militar de las FDI y unidades logísticas y tecnológicas del ejército desde el puente Allenby hasta las afueras del Néguev occidental.
Elegido deliberadamente para dirigirse desde el sur y con un considerable rodeo, este camino garantiza que los residentes locales y los posibles manifestantes no se percaten de la presencia de estos camiones extranjeros.
Principalmente cargados de alimentos, agua y algunos medicamentos, estas donaciones de organizaciones internacionales de ayuda llevan el sello del gobierno jordano para paliar en cierta medida las protestas en curso en Ammán durante unas dos semanas.
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Combustible transportado a través del paso fronterizo egipcio en Rafah hacia la Franja de Gaza.
(AFP)
Los funcionarios de seguridad creen que esta ayuda jordana, al igual que la harina que Israel debe introducir en Gaza y las nuevas rutas de ayuda abiertas a través del puerto de Ashdod y el paso fronterizo de Erez, es innecesaria. Según todos los sistemas de vigilancia de la seguridad, no hay una verdadera hambruna en Gaza. Las panaderías están llenas y no se espera una crisis humanitaria.
Hamás recibe ayuda gratuita
Israel comparte diligentemente imágenes diarias de los mercados de Gaza rebosantes de mercancías a los medios de comunicación internacionales y a los representantes diplomáticos. Sin embargo, los funcionarios israelíes se sienten frustrados por la espectacular ampliación de la ayuda a casi 500 camiones diarios procedentes de todas las direcciones posibles, incluido el muelle de Gaza, en desarrollo y ya operativo, entregados a Hamás gratis en lugar de como moneda de cambio clave en un acuerdo.
La concesión israelí se debe a la fuerte presión internacional y de EE.UU., tras la muerte accidental de siete cooperantes extranjeros en un ataque de las FDI la semana pasada, que desató la indignación internacional.
Según el Coordinador de las Actividades Gubernamentales en los Territorios, el general de división Ghassan Alian, que se está convirtiendo en el más influyente del Estado Mayor y aparece en casi todos los debates del Gabinete, desde el estallido de la guerra entraron en Gaza unos 21.000 camiones de ayuda a través de los pasos fronterizos de Kerem Shalom y Rafah, con más de 272.000 toneladas de alimentos y unas 30.000 toneladas de agua.
Temor a que los símbolos palestinos pronto sean libres
El número de oficiales y soldados de las FDI que se ocupan de cuestiones civiles en la Franja de Gaza no deja de aumentar, más del triple desde que comenzó la guerra. Lejos de establecer la ley marcial, la permisividad de las FDI para la existencia civil en Gaza es mínima, dirigida a la subsistencia básica pero afianzando cada vez más la ocupación indirecta de la zona.
Las expectativas de que una fuerza multinacional de países suníes entre en Gaza no se están materializando. El único personal armado de países como EAU en Gaza es el de seguridad para los hospitales de campaña que han establecido en el territorio.
Cada vez son más los expertos en seguridad que ven a Al Fatah, especialmente su presencia poco organizada en Gaza, como una alternativa al gobierno de Hamás que sería un mal menor para Israel. El antiguo dirigente de la Autoridad Palestina Mohammed Dahlan, considerado una figura secular y occidental, es descrito por fuentes de seguridad israelíes como el próximo líder de Hamás.
Ahora, con la retirada de tropas de Khan Younis como telón de fondo, experimentados oficiales de combate y eruditos militares, que entraron profundamente en su quinta década de vida y acaban de salir de meses de maniobras en la Franja de Gaza, estiman que Hamás no será derrotada de forma decisiva, en el mejor de los casos, hasta 2026 o 2027, incluso después de que sus dos últimas brigadas sean desmanteladas, con suerte, este año.
Fuentes militares afirman: "No estaremos en Gaza permanentemente. Volveremos para realizar incursiones de gran envergadura en las profundidades del territorio para derrotar a un ejército terrorista construido a lo largo de 15 años".
A los funcionarios de seguridad les preocupa que la aparente calma en Cisjordania también sea frágil, especialmente en un escenario que implique una liberación masiva de asesinos palestinos en un acuerdo por los rehenes.
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Yoav Gallant, ministro de Defensa; Benjamín Netanyahu, primer ministro, y Herzi Halevi, jefe de Estado Mayor de las FDI, la conducción israelí de la guerra.
(Kobi Gideon, GPO)
El jefe de Estado Mayor, Herzi Halevi, aseguró que las FDI podrían manejar cualquier repercusión del acuerdo, siempre y cuando Israel cumpla con su deber moral de traer a los rehenes a casa. Sin embargo, es probable que Hamás exija la liberación de figuras como Marwan Barghouti.
Su regreso a la calle palestina, en particular a Cisjordania, podría encender la región.
