Marcha LGBT
Marcha LGBTQ + en Israel.
Reuters
Uri Banki con su hija Shira, quien fue asesinada en 2015.

Esta Tisha B'Av, trabajemos para acabar con el odio

Opinión. Hay raras ocasiones en las que es aceptable sentir emociones negativas, pero no debemos permitir que eso se convierta en algo común. Tampoco debemos esperar que nuestros líderes carguen con el peso de la construcción de una sociedad israelí mejor y más tolerante, porque esa es una carga que todos debemos compartir.

Uri Banki - Adaptado por Juan Martín Fernández |
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Hablemos del odio, ese sentimiento dominante que a menudo eclipsa emociones más complejas. ¿Se nos permite odiar? Claramente, pero solo con moderación y cuando no hay otra alternativa. Porque casi siempre conviene reservar ese odio como una emoción dirigida a alguien que nos ha causado una terrible injusticia y no a sectores enteros de la población.
¿Deberíamos odiar a un asesino? Por supuesto. Pero, ¿deberíamos odiar a la comunidad en la que se crió? Casi nunca. ¿Deberíamos odiar a nuestros oponentes políticos? Rara vez, y aun así sin alienar y odiar a quien los apoya.
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Uri Banki con su hija Shira, quien fue asesinada en 2015.
Uri Banki con su hija Shira, quien fue asesinada en 2015.
Uri Banki con su hija Shira, quien fue asesinada en 2015.
(Reuveni Pridan IPG)
Se nos permite pelear, discutir, disentir entre nosotros, votar por diferentes partidos, celebrar la formación de un gobierno o estar tristes por ello. Podemos actuar legalmente para cambiar el gobierno. Podemos manifestarnos, firmar peticiones, publicar videos en las redes sociales, enojarnos y expresar críticas.
Pero nunca debemos movilizar el odio y la incitación para promover nuestros objetivos. Si bien es importante ganar una discusión, presionar para que nuestros líderes adopten nuestras opiniones y estilo de vida, es mucho más importante mantener un marco civilizado.
Una victoria que lleva a la destrucción de este marco es de corta duración y hueca. Una victoria llena de odio que deja al otro bando derrotado y ofendido no conduce más que a otra ronda de enfrentamientos saturados de un odio más intenso.
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Oraciones de Tisha B'Av en el Muro de los Lamentos.
Oraciones de Tisha B'Av en el Muro de los Lamentos.
Oraciones de Tisha B'Av en el Muro de los Lamentos.
(Reuters)
Si bien debemos exigir que nuestros líderes, políticos, medios de comunicación y otras figuras públicas trabajen para moderar el discurso público y político en Israel, esto no nos exime de responsabilidad individual. No somos niños en el jardín de infancia mirando a los adultos e imitándolos sin pensamiento independiente. Y, lamentablemente, algunos de nosotros contribuimos a este discurso negativo.
Siempre que nos gusta una publicación irreflexiva en las redes sociales, siempre que alentamos expresiones de odio virtualmente o en la vida real, siempre que nos sentimos tentados a odiar a los derechistas, izquierdistas, religiosos, laicos, LGBTQ + o en general a cualquiera que no se ve ni piensa como nosotros: echamos leña a la hoguera del odio.
Y casi no hace falta decir, en vísperas de Tisha B'Av, que tal hoguera de odio nos consumirá a todos. Durante seis años, desde el asesinato de nuestra hija Shira en Jerusalem Pride Parade, hemos estado trabajando para contrarrestar el extremismo y el odio.
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LGBT Israel
LGBT Israel
Marcha LGBTQ + en Israel.
(Gil Nechustan)
Sabemos que la gran mayoría de las personas que viven en Israel rechazan con entusiasmo estas tendencias. Pero también sabemos lo fácil que es olvidar nuestras mejores intenciones en momentos de ira y angustia.
La responsabilidad de reducir el discurso de odio en una sociedad tan diversa como la de Israel no recae sobre los hombros del primer ministro, el ministro de Educación o el líder de la oposición. Tampoco debemos esperar la ayuda divina o que una criatura mágica de alguna manera esparza tolerancia sobre nuestro país.
Cada uno de nosotros debe actuar para garantizar que la sociedad israelí pueda prosperar como una entidad diversa e inclusiva.
Uri Banki es el padre de Shira Banki, quien, en 2015, fue asesinada a los 16 años en el Jerusalem Pride Parade. Es el fundador de "Shira Banki’s Way", una organización dedicada a promover la tolerancia.
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