La decisión de Emiratos Árabes Unidos (EAU) de normalizar las relaciones con Israel podría llevar a Arabia Saudita a profundizar sus furtivas relaciones con el Estado hebreo ahora que Riad busca captar inversiones para financiar su ambiciosa transformación económica, prevén los analistas.
Emiratos Árabes Unidos se convirtió el jueves en el primer país del Golfo en normalizar las relaciones con Israel, tras un histórico acuerdo promovido por Estados Unidos, que abre la vía a acuerdos similares con otros estados árabes.
Arabia Saudita, la mayor economía del mundo árabe, ha mantenido un silencio llamativo sobre el acuerdo, pero autoridades locales han insinuado que es poco probable que Riad siga los pasos de su principal aliado regional en un futuro cercano.
Sin embargo, la "normalización de EAU-Israel se presta a ampliar el ámbito de las relaciones indirectas entre saudíes e israelíes", dice Aziz Alghashian, profesor de la Universidad de Essex especializado en la política del reino petrolero con Israel.
"Creo que las relaciones sauditas-israelíes aumentarán a través de los EAU", agrega.
Arabia Saudita, que alberga dos de los lugares santos más importantes del islam, hará cálculos políticos sensibles antes de formalizar el reconocimiento del Estado hebreo.
Al igual que en el caso de EAU, los palestinos y sus defensores verían en este paso una traición a su causa.
Pero el reino del desierto ha cultivado lazos encubiertos con Israel en los últimos años, un cambio liderado por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán pese a que su padre, el rey Salmán, ha manifestado su apoyo a un Estado palestino independiente.
La animosidad compartida contra Irán, junto con los intentos sauditas de atraer inversión extranjera para financiar el ambicioso plan de diversificación económica del príncipe Mohamed, Vision 2030, parece acercar más que nunca al reino a Israel.
Una parte central del plan Vision 2030 es NEOM, la creación de una megaciudad de medio billón de dólares en la costa occidental del reino, que según los observadores, necesita la pericia de Israel en sectores como la manufactura, la biotecnología y la ciberseguridad.
La creación de NEOM "necesita paz y coordinación con Israel, especialmente si la ciudad quiere convertirse en un atractivo turístico", dice Mohamad Yaghi, investigador de la fundación alemana Konrad Adenauer.
El proyecto es construir NEOM cerca de la ciudad israelí de Eilat, en aguas del Mar Rojo y el Golfo de Aqaba, una zona muy sensible geopolíticamente.
'Parte integral'
Los estados del Golfo buscan de manera creciente la tecnología israelí para vigilar a sus ciudadanos y comprar misiles de precisión que los países occidentales no les quieren vender, escribió Yaghi en abril.
Arabia Saudita ha tratado de mantener su acercamiento con Israel fuera de la vista pública, pero no ha sido fácil.
En junio, una cuenta de Twitter verificada relacionada con la embajada saudí en Washington aseguró que el consejo de ministros saudí había acordado contratar la empresa de ciberseguridad israelí Check Point Software en NEOM.
La embajada lo negó después y se distanció de la cuenta.
Pero Marc Schneier, un rabino estadounidense con estrechos lazos con el Golfo, aseguró que el viceministro de Defensa, príncipe Khalid bin Salmán, le había dicho que Israel era "parte integral" para concluir Vision 2030.
Schneier se lo comentó a la AFP en mayo y las autoridades saudíes no contestaron la declaración del príncipe.
Pese al silencio oficial, la prensa progubernamental saudí ha puesto a prueba la reacción del público con la publicación de informes abogando por estrechar lazos con Israel.
"Preveo un futuro que supone la creación de un ecosistema high-tech conjunto entre los países del [Consejo de Cooperación del Golfo], conocido como el 'Silicon Wadi'", en referencia al Silicon Valley estadounidense, escribió la semana pasada el consultor israelí Nave Shachar en la página en inglés de Al-Arabiya, la televisión de propiedad saudita.
Shachar, que según su perfil en LinkedIn trabajó para el ministerio de Defensa israelí, asegura que "ahora más que nunca, es del máximo interés para Israel y el GCC aumentar su cooperación empresarial".
'Inevitablemente'
Observadores aseguran que el presidente estadounidense Donald Trump, que dio su apoyo al príncipe Mohamed tras las críticas que siguieron a la muerte del periodista Jamal Khashoggi en 2018, puede influir para hacer que el reino reconozca oficialmente a Israel.
Pero Arabia Saudita parece resistir la presión de Washington ya que se juega más que EAU.
"Creo que es inevitable que Arabia Saudita e Israel normalicen sus relaciones y serán capaces de hacer grandes cosas juntos", dijo este fin de semana Jared Kushner, el yerno y asesor de Trump.
Schneier asegura que las autoridades del reino mantienen "posiciones distintas dependiendo de las fuerzas generacionales".
"Esta audaz iniciativa de Emiratos fortalecerá las fuerzas generacionales que les gustaría que ocurra ahora", declaró a la AFP esta semana.
"Este anuncio de EAU transformará las actuales relaciones indirectas entre los saudíes e Israel en relaciones directas formales", concluyó.