Todo el aparato de seguridad israelí está excitado por haber exitosamente forzado a Hamás a mantenerse calmado en la frontera con Gaza en las últimas dos semanas (con la excepción de los cohetes del martes), con la cancelación de la protesta del fin de semana como una bonificación adicional.
¿Pero es la Operación Cinturón Negro -que comenzó con la eliminación de Baha Abu al-Ata y continuó con ofensivas en la Franja- el motivo por el cual hay paz en la frontera, o no es más que una táctica de Hamás?
La primera prueba comenzará el viernes, cuando se cumplirán 72 años desde el Plan de la ONU para la Partición de Palestina, el cual llamó a la creación de Estados árabes y judíos independientes en Palestina y marcó el fin del Mandato Británico.
Si la calma perdura en la frontera, o si solo toman lugar pequeñas protestas simbólicas, esto será una señal clara de que algo habrá cambiado en Gaza. Si la ira de los palestinos en Cisjordania no se filtra en la Franja, será un presagio aún mejor de lo que se vendrá.
Si las situaciones mencionadas ocurren, entonces Israel podrá pensar en los términos de una ventana de oportunidad y realmente llegar a un acuerdo de largo plazo con Hamás en Gaza.
Israel tiende a celebrar logros tácticos apresuradamente, y la euforia tras una operación militar exitosa lleva a una confusión acerca de la sociedad palestina en un nivel político.
Los israelíes tienen una tendencia a pensar que ganar una campaña es una victoria total. Incluso ahora olvidamos que las dos semanas de calma se dan después de 18 meses de protestas semanales en las que participaron decenas de miles de personas.
Israel, el “superpoder” local”, no ha logrado contener los disturbios que han vuelto insoportable la vida en las comunidades que rodean Gaza, conflictos que han llevado a 300 muertos y miles de heridos del lado palestino.
Con todo esto en mente, es posible que el régimen en Gaza no se haya visto obligado a estar calmo, sino que simplemente esté recalculando su dirección actual.
No es disparatado asumir que Hamás haya cancelado las protestas en la frontera para prevenir que haya más daños por fuego israelí, una situación que podría dar a la Yihad Islámica la oportunidad de desafiar a Hamás y atacar a Israel.
También es posible que la tranquilidad en Gaza sea el resultado de que Hamás haya tranquilizado a las numerosas facciones en la Franja para reestructurar su funcionamiento interno tras la eliminación de Abu al-Ata, quien abiertamente desafiaba su autoridad.
Hamás se ve a sí mismo como un ejército formal, y no como la rama militar de una organización terrorista. Para ilustrar este punto, Mohammed Deif, quien fue meramente el jefe de las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam, el brazo armado de la organización, ahora es nombrado como su jefe de Estado Mayor en la prensa local.
La afirmación de Hamás de que las Brigadas Izz ad-Din al-Qassam son un ejército oficial crea una cadena de mando a la cual la Yihad Islámica se rehusó a adherir.
En el terreno, hay unos pocos signos alentadores adicionales de que las cosas podrían haber cambiado. En las últimas dos semanas, el martillo de la paz de Hamás cayó con fuerza sobre manifestantes que desobedecieron sus órdenes e intentaron ingresar a Israel o atacar a soldados de las FDI.
Hamás también evitó ataques con globos incendiarios, impidiendo la quema de campos israelíes cerca de la frontera. Los que intentaron llevarlos a cabo fueron inmediatamente arrestados.
La organización también se siente amigable con la Autoridad Palestina, la cual persuadió al presidente palestino Mahmoud Abbas de aceptar la realización de elecciones democráticas para el parlamento en la Franja de Gaza siempre y cuando pueda participar como parte de una lista no afiliada con Hamás.
Sin embargo, parece que las FDI no están conformes con un mero logro militar, y están presionando a los altos mandos políticos para que perpetúen el estado actual en Gaza con doctrinas civiles que esencialmente solidificarían el control de Hamás en la Franja.
Estar conforme con un logro militar es una cosa, pero jugar juegos políticos potencialmente incendiarios no es la prerrogativa de las FDI. ¿Quién dice que Hamás realmente ha cambiado sus políticas? ¿Quién decidió que Israel debería promover el control de Hamás sobre Gaza?
El objetivo de Hamás es tomar el control de la Autoridad Palestina, ya sea por la fuerza o por elecciones, antes de enfocarse en la “entidad sionista” del otro lado de la frontera. Para conseguir este objetivo, Hamás necesita una tregua duradera para afianzarse en la Franja.
¿Está Israel básicamente aceptando una paz a corto plazo que permitirá el surgimiento de un enemigo mucho más poderoso?
¿Fueron estas las instrucciones que los líderes políticos dieron a las FDI? ¿O, debido a la falta crónica de liderazgo de Israel, las FDI están tomando sus propias decisiones con consecuencias políticas potencialmente duraderas?