Las últimas 24 horas se convirtieron en el día más mortífero desde que las FDI comenzaron a maniobrar en la Franja de Gaza con el objetivo de desmantelar a Hamás.
De manera absurda, dos acontecimientos que ocurrieron durante la guerra con el enemigo ilustran cuán necesaria era esta maniobra en el enclave.
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Los 21 reservistas de las FDI que fueron asesinados este martes en el centro de la Franja de Gaza.
(Portavoz de las FDI)
Los residentes del Negév Occidental no podrán regresar a sus hogares si las FDI no completan el desmantelamiento de la organización terrorista en Gaza, tanto por encima como por debajo de la tierra, que fue construida durante 15 años y cuyo único propósito es matar a israelíes, y destruir asentamientos.
El primer incidente en el que murieron tres oficiales y dos terminaron heridos de gravedad se produjo durante el ataque en curso a instalaciones terroristas en el campo de refugiados en el oeste de Khan Younis. En este lugar reside uno de los centros del ejército terrorista cuya neutralización pretende lograr dos objetivos: uno, presionar a Yahya Sinwar y Muhammad Daf para que lleguen a un acuerdo razonable para la liberación de los rehenes.
El segundo, desmantelar una peligrosa infraestructura militar que amenaza al Estado de Israel. Los tres paracaidistas que murieron por un misil antitanque no lo hicieron en vano.
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Soldados de las FDI observan una explosión controlada en la Franja de Gaza.
(Gilad Cohen)
Las circunstancias en las que 21 reservistas fueron asesinados horas después son menos claras. Aparentemente esta no era una misión ofensiva sino básicamente defensiva.
El personal de reserva asesinado se dedicaba a descubrir la zona destinada a ser utilizada como franja de seguridad entre la frontera de Gaza y suburbios adyacentes. El lugar donde ocurrió la desastrosa explosión está a 600 metros de la frontera israelí y aproximadamente a un kilómetro del Kibbutz Kissufim.
Además, se supo que desde las casas de Gaza que cuidaban los reservistas era posible disparar y lanzar misiles antitanques sin ninguna interferencia.
Lo que es más importante entender es que el enemigo todavía estaba allí. Se sabe porque lo que inició la cadena de acontecimientos fue un misil RPG que impactó en un tanque del ejército israelí que los tomó por sopresa.
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El humo de explosiones cubren a los soldados de las FDI que maniobran en la Franja de Gaza.
(FDI)
El misil fue disparado por terroristas que se escondían en edificios o en ruinas en la misma zona. El RPG que impactó en el tanque impactó vehículos blindados de transporte de tropas, matando a dos e hirieron a otro par.
La mayor parte de las FDI se encontraba en ese momento dentro de edificios adyacentes con vistas a la frontera y los preparó para la explosión con minas, que fueron colocadas en puntos críticos para derribarlos de modo que fuera imposible utilizarlos como posiciones de tiro y por lo tanto, era necesaria una explosión simultánea de todas las minas, que estaban conectadas entre sí con una mecha, esto se debía hacer con un detonador después de que todos los combatientes hubieran despejado el edificio.
La explosión que mató a los otros 19 reservistas dentro de los edificios ocurrió minutos, y tal vez incluso segundos, después de que el misil RPG impactara el tanque que lo cubría.
Se cree que los terroristas dispararon otro misil contra estos edificios.
Cuando el trabajo de preparación de la estructura para la explosión está en su etapa final, todas las minas están conectadas entre sí. Cuando activas uno de ellos, todas las demás lo hacen.
Dentro de cada mina hay una pequeña carga sensible llamado "acelerador", y provoca la explosión de la carga menos sensible que contiene la mina.
Ciertamente, podría existir la posibilidad de que un misil RPG disparado desde el exterior activara uno de estos propulsores y provocara la explosión de todas las demás, que llevó al derrumbe apresurado de los edificios.
También existe la posibilidad de que se trate de un accidente propio de la FDI. Para entender lo que realmente sucedió es necesaria una gran investigación.
Hay que aprender la lección porque esta es la segunda vez que se produce un incidente de activación de explosivos que debían ser "controladas", de forma repentina y no por parte de los combatientes. La vez anterior se debió al disparo de un tanque en el campamento de al-Boreij que provocó un poste eléctrico caiga sobre un sistema listo para la explosión de un túnel de Hamás.
Incluso ahora parece que se puede extraer una lección importante, y es que cuando las minas u otras cargas explosivas están unidas entre sí y listas para detonar, todos los que no participan directamente en las etapas finales de los preparativos deben mantenerse alejados del lugar. Aunque esto lleve a hacer el trabajo mas lento.
En las proximidades o en el interior del lugar no deben estar más de 2 o 3 expertos del cuerpo de ingenieros o de otra unidad, y que en caso de accidente o fuego enemigo el número de bajas sea menor.
Algunos se preguntarán por qué estos edificios deben volarse manualmente y no con bombas desde el aire. La respuesta es que un ataque desde el aire normalmente no arrasa el edificio por completo, dejando espacios o paredes donde los terroristas pueden esconderse.
Los edificios en la "zona de seguridad", que se supone deben proteger los asentamientos del Negév occidental y mantener a los terroristas alejados de la valla fronteriza, deben ser volados de manera controlada para no permitir ser usados como refugio por terroristas palestinos tras el paso de las FDI.
En cualquier caso, como se mencionó, debería llevarse a cabo una investigación seguida de un rápido aprendizaje de las lecciones del caso del martes y de la explosión del túnel de al-Boureij hace dos semanas, en la que murieron combatientes, personal de ingeniería y unidades de reserva.
Las sangrientas últimas 24 horas en la Franja de Gaza podría dañar la legitimidad que la opinión pública israelí otorga a la guerra, y esto también debería tenerse en cuenta a la hora de decidir el uso generalizado de muchas toneladas de explosivos cerca de nuestros combatientes.
Debemos asegurarnos de que aquellas personas cuya presencia no sea necesaria en el lugar de la explosión se mantengan alejadas del mismo y que quienes estén directamente involucrados en la preparación de la explosión sean hábiles, y que la conexión mediante una espoleta u otros medios entre las minas o las cargas sólo se realizará en el último momento, cuando la inmensa mayoría del personal de la fuerza ya se haya retirado de la zona.
La tragedia de la pérdida de 21 reservistas en un evento fundamentalmente defensivo no será en vano si aprendemos las lecciones y cambiamos los procedimientos de manera que evitemos nuevos desastres.
