Los funcionarios egipcios están prestando mucha atención a lo que sucede en Washington, Jerusalem, Ramalá y sus alrededores y, por supuesto, Gaza. Los dirigentes de El Cairo no tienen planes de revocar los acuerdos de paz con Israel y el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, lo dijo en términos muy claros. "Egipto sigue comprometido a preservar la paz".
Se pueden encontrar más pruebas en el arresto de diez manifestantes en El Cairo durante el fin de semana después de que acusaran a las fuerzas de seguridad de participar en el asedio de Gaza y exigieran un cambio en los vínculos y acuerdos con Israel.
Pero al mismo tiempo, Egipto continúa advirtiendo contra una ofensiva israelí contra Rafah, que, de tener lugar, sacudiría la paz egipcio-israelí hasta sus cimientos.
Por eso, el Cairo está preparando una propuesta que incluiría la liberación de los rehenes y el regreso de los habitantes de Gaza a las zonas del norte de la Franja. Hamás exige el fin total de los combates y el regreso incondicional de los habitantes de Gaza evacuados. Israel, por su parte, insiste en el regreso gradual de miles de residentes del norte del enclave y la liberación de todos los rehenes que siguen con vida.
La actual ronda de negociaciones en El Cairo puede ser decisiva.
Según estimaciones, unos 50.000 palestinos cruzaron la frontera desde Gaza hacia Egipto en los últimos dos meses. Quienes podían permitírselo, pagaban las tasas ellos mismos o con la ayuda de familias o embajadas extranjeras. El precio se fijó en 10.000 dólares para un adulto y 2.500 dólares para un niño menor de 16 años, que se pagarían en el paso fronterizo egipcio. Entre bastidores, Israel participó en el proceso.
Hoy en día, un palestino no puede salir de la Franja sin la aprobación del Shin Bet, por temor a que esté afiliado a Hamás o a la Jihad Islámica Palestina.
Las relaciones entre los funcionarios israelíes y sus homólogos de la inteligencia egipcia son mejores de lo que cabría esperar. Existe pleno entendimiento entre las partes y la delegación israelí tiene un enorme respeto por Abbas Kamel, el jefe de inteligencia de Egipto, y por sus altos oficiales.
A diferencia de Israel, en El Cairo se publica poca información y funcionarios allí evitaron expresar sus opiniones sobre los altos miembros de Hamás y la Jihad Islámica en Gaza.
Los israelíes son muy conscientes de la opinión del gobierno egipcio sobre Hamás de los continuos esfuerzos de Irán por insertarse en el proceso de negociación.
Pero la brecha entre el sentimiento del pueblo y su gobierno se amplía.
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Combustible transportado a través del paso fronterizo egipcio en Rafah hacia la Franja de Gaza.
(AFP)
Lo que el mundo ve son los esfuerzos por realizar protestas contra Israel, la prensa y los venenosos editoriales antiisraelíes y los extensos informes sobre la difícil situación de los civiles de Gaza. Egipto estuvo enviando camiones con ayuda a la Franja, lanzando alimentos y suministros desde el aire.
La guerra sorprendió a los egipcios en un momento económico especialmente malo.
Las islas de Tiran y Sanafir habían pasado a manos de Arabia Saudita a cambio de una considerable suma de compensación y la atención se centra en un nuevo acuerdo que contemplaría la venta de un terreno en el desierto del Sinaí a los sauditas para un proyecto de 24 mil millones de dólares.
Si el presidente Abd el-Fattah el Sisi logra un acuerdo sustancial entre Israel y Hamás, Egipto podría volver a reclamar su posición central entre los árabes.
First published: 11:08, 09.04.24
