Los restos encontrados en la ciudad beduina de Rahat, en el sur del país, han sido identificados como partes de un misil SA-5, un anticuado proyectil ruso en servicio desde hace casi 60 años.
El misil, capaz de alcanzar un alcance de aproximadamente 400 kilómetros, fue lanzado durante un ataque atribuido a la Fuerza Aérea Siria.
A pesar de estar bajo vigilancia de las FDI, el misil no fue interceptado sino identificado como destinado a explotar en el aire, algo que termino ocurriendo.
Ahora, las fuerzas de defensas investigarán el proceso que intervino en su toma de decisiones en el incidente del curso, así como la forma en que determinaron si los componentes del misil causarían daños, tras su explosión.
El disparo del misil sirio plantea la posibilidad de que el lanzamiento no fuera un mero suceso accidental, sino una señal deliberada de ese país de que podía lanzarlo hacia territorio israelí. La evaluación se basa en el hecho de que el ataque se originó al oeste de Siria, en lugar de la habitual dirección sur.
Las recientes declaraciones del presidente sirio Bashar al-Assad prometiendo no tolerar ataques aéreos en suelo sirio pueden haberlo envalentonado, sobre todo teniendo en cuenta la situación interna de Israel.
Aunque los sirios podían detonarlo en el aire antes de que caiga sobre Israel, parece que el misil se desintegró por sí solo, sin ninguna instrucción de los operadores de la batería.
En respuesta al lanzamiento, la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo un ataque contra la batería responsable del incidente. En ocasiones anteriores, Rusia suministró baterías de repuesto al ejército sirio, pero esta vez la entrega de una nueva o de sus componentes puede resultar complicada.
Rusia participa actualmente en el conflicto de Ucrania y necesita estas baterías para sus propias operaciones, utilizando a menudo misiles SA-5 como misiles tierra-tierra de largo alcance.
El misil SA-5, o S-200, está diseñado para detonar cerca de su objetivo en lugar de hacer contacto directo. Si no alcanza el objetivo, la ojiva, que pesa varias decenas de kilogramos, está programada para explotar automáticamente en el aire. El misil no es eficaz contra objetivos maniobrables y se utiliza principalmente para atacar aviones que siguen una trayectoria fija, como los de control aéreo, reconocimiento y vigilancia.
Una variante mejorada del misil es incluso capaz de transportar una cabeza nuclear.
Tras la denuncia por parte de los habitantes de Rahat, tanto la policía como unidades de ingenieros de las FDI se hicieron presentes en la ciudad para asegurar las zonas donde se encontraron los restos.
Además, las fuerzas del orden han instado a los residentes a seguir las instrucciones y abstenerse de acercarse a estos lugares.
Afortunadamente, nadie resultó muerto, herido o gravemente afectado por el impacto del misil en la región meridional del país.
"Estaba sentado en el salón y, de repente, oí un estruendo muy fuerte", contó Sami Alkirnawi, residente en Rahat. "Entré en pánico. Me vestí, me levanté de un salto y, de repente, un amigo me dijo que ese misil largo, pesado y enorme había caído en una zona abierta", manifestó, y agregó que daba gracias a Dios de que no hubiera caído sobre una vivienda y causado daños.
"Quiero transmitir un mensaje a todos los que amenazan al Estado de Israel: si llueve, tendrán una inundación. Sin ninguna duda", cerró.