La línea ofensiva de Estados Unidos contra Israel continúa.
Al igual que el presidente Joe Biden, que expresó su enojo luego del incidente donde las FDI asesinaron por error a trabajadores humanitarios en Gaza, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, también mostró su enfado con su homólogo israelí, Yoav Gallant, en una conversación telefónica este jueves.
Según el anuncio del Pentágono, inusual por su severidad, Austin se mostró enojado por el ataque israelí al convoy de ayuda humanitaria World Central Kitchen, en el que también murió un ciudadano estadounidense, y subrayó "la necesidad de tomar inmediatamente medidas concretas para proteger a los trabajadores humanitarios y civiles palestinos después de repetidas fallas de coordinación". Además, Austin instó a Gallant a "llevar adelante una rápida y transparente investigación" y a "compartir sus conclusiones públicamente".
Austin dijo a su homólogo israelí que el caso "refuerza la preocupación sobre una posible operación militar en Rafah, enfatizando la necesidad de garantizar la evacuación de los ciudadanos palestinos y el flujo de ayuda humanitaria". Luego, subrayó a Gallant que "esta tragedia dificulta que la ayuda humanitaria llegue a la región, como los funcionarios israelíes aseguran desear".
También, según el informe, Austin señaló la "necesidad de un rápido aumento de la ayuda que llegue a todos los cruces, especialmente a los residentes del norte de la Franja de Gaza, que corren el riesgo de morir de hambre".
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El vehículo de la organización de ayuda internacional WCK que fue atacado en la Franja de Gaza.
(AFP)
Al final del anuncio del Pentágono, se afirmó que Austin "reiteró el apoyo de Estados Unidos a la defensa de Israel contra una variedad de amenazas".
Al mismo tiempo, en el "New York Times" se planteó la cuestión de si las palabras de Biden, de estar "furioso y destrozado" tras el asesinato de los trabajadores humanitarios lo llevarán a poner condiciones al envío de armas destinadas a Israel. Hasta ahora, dice, la Casa Blanca guardo silencio sobre la cuestión de si la ira de Biden está llevando a un punto de ruptura en su relación con Netanyahu, con quien tiene previsto hablar este jueves.
"Espero que este sea el momento en que el presidente cambie de rumbo", afirmó el senador Chris Van Hollen, demócrata de Maryland y uno de los mayores partidarios de Biden, que lleva meses pidiendo que se impongan condiciones al envío de armas estadounidenses a Israel.
"Netanyahu rechazó peticiones del presidente y seguimos enviando bombas de 900 kg sin ninguna restricción en su uso", agregó.
Lo cierto es que Estados Unidos a menudo establece condiciones para el uso de armas producidas por ellos cuando se venden a países extranjeros, como la prohibición de que Ucrania envíe armas de fabricación estadounidense al territorio de Rusia. Pero en el "Times" se escribió que Israel "es la excepción".
Por ejemplo, explicaron en el portal, Estados Unidos puede insistir en que las misiones de ayuda estén acompañadas por las FDI, o que las fuerzas estén en contacto regular con proveedores de ayuda. Dos senadores de EE.UU. plantearon esta posibilidad en una charla con Netanyahu en febrero.
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El secretario de Defensa de Estados Unidos mostró su "indignación" a su homólogo israelí.
(AFP)
Ya hubo momentos durante la guerra en los que Estados Unidos se enfrentó directamente a Netanyahu, e incluso los anuncios conjuntos no pudieron ocultar el hecho de que los dos países no están de acuerdo en la conducción de la guerra. Pero asesinar por error a trabajadores que se encargan de las cuestiones humanitarias en Gaza puede haber sido el punto de quiebre.
Por el momento, el líder estadounidense sigue evitando una confrontación pública con Netanyahu ya que, en su opinión, sólo hará que tratar con "Bibi" sea más difícil. El resultado: Biden está en una trampa.
El ala progresista de su partido lo critica por actuar con demasiada cautela y por otro lado, no quiere ser visto como alguien que limita la defensa israelí.
Ahora, a algunos de los críticos de Joe Biden no les gustó el hecho de que su crítica más dura a Israel fuera tras el asesinato de trabajadores humanitarios, en lugar de las miles de muertes de civiles palestinos.
