Yo soy un orgulloso miembro del BDS, o lo era, no lo sé aún. Y mi duda está relacionada con las recientes declaraciones realizadas por el cofundador y líder del movimiento, Omar Barghouti, respecto de Israel.
Es necesario recordarle al líder el nombre completo del movimiento que él mismo fundó: Boicot, Desinversiones y Sanciones. El hecho de que haya una pandemia en el mundo no nos debe hacer olvidar nuestro principal, o mejor dicho, único fin. Si sólo a esto nos dedicamos, ¿qué sucedería si perdemos de vista nuestro objetivo por el simple hecho de que hay un virus en el mundo? Perderíamos nuestra identidad, nuestra utilidad y hasta nuestro ser.
Nuestro repudio y rechazo a los judí...digooo... al sionismo, debe permanecer firme, sin importar cuál sea el contexto mundial.
Por este motivo quiero condenar enérgicamente las declaraciones de Barghouti. En un seminario transmitido vía Facebook, mi ¿ex? compañero afirmó: “No es un problema si usas equipo médico israelí. No consideramos que sea normalización cooperar con Israel contra el virus”.
En primer lugar, pregunto, ¿de qué forma podríamos, acaso, colaborar con los sionistas a la hora de encontrar un tratamiento o una vacuna contra el coronavirus? ¿Haciendo mejores carteles, levantando más banderas, gritando más fuerte? No tiene sentido. Ellos no precisan de nuestra colaboración, pero el mundo está necesitado de nuestros boicots a los jud… sionistas.
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Omar Barghouti, cofundador del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS)
(Getty Images)
Por otra parte, no voy a tolerar esas demostraciones de cobardía. Si los malditos judí… ¡otra vez!... sionistas logran desarrollar un tratamiento o una vacuna contra el COVID-19, debemos permanecer firmes con nuestro boicot y lavarnos las manos todos los días con mucho jabón, empaparnos en alcohol en gel de pies a cabeza y permanecer encerrados en nuestros hogares. No debemos movernos de nuestros ideales sólo porque ellos quieren salvarle la vida a miles de millones de personas. Seguro que nos quieren vivos para seguir matándonos y robándonos. Ya lo sabemos; ellos controlan el mundo, la prensa, los bancos, la economía, la tierra, el cielo, las nubes, el mar, el sol, los animales y la minería a cielo abierto. Son sádicos, no como nosotros que sólo profesamos la paz, la tolerancia y el amor, como lo hacen nuestros amigos de Hamás, Hezbollah o el maravilloso gobierno iraní, por ejemplo.
Bargohuti también aseveró que “si Israel encuentra una cura para el cáncer, por ejemplo, o cualquier otro virus, entonces no hay problema en cooperar con Israel para salvar millones de vidas". De ninguna manera, señor. El cáncer del sionismo es peor que cualquier otro. Por lo tanto, si eso sucediera, habrá que rezarle a Alá hasta quedarnos sin rodillas y recibir unas buenas, duraderas y dolorosas sesiones de quimioterapia. Seguramente accederemos al paraíso con las vírgenes que nos merecemos.
Además, no sólo queremos alentar al boicot, sino que también buscamos que haya desinversión, ¿no es cierto? Al menos así lo indica la segunda palabra del nombre del movimiento. ¿Y acaso no es lo que buscamos hacer con nuestra compañera, la alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que creó la lista negra con empresas sionistas y extranjeras que operan en los territorios súper ocupados donde viven los colonos ultra derechistas? Es irrelevante que los palestinos se queden desempleados. Es preferible que pasen hambre a que colaboren con la economía de esos bastardos súper capitalistas.
Ahora bien, ¿qué sucedería si desarrollan la vacuna en los territorios donde están localizadas las compañías en la lista negra de Bachelet? ¿Acaso la recibirían y la repartirían por el mundo? Me sentiría tan o más defraudado de lo que estoy ahora. Espero que no me defraude la ONU, ese organismo donde gobiernos tolerantes y pacíficos y que generan prosperidad en demasía, como los de Irán o Venezuela, dan hermosas lecciones de moral al mundo.
El líder de BDS dijo, también, que "hasta ahora, no hemos estado en una situación en la que necesitemos a Israel con urgencia y nadie más pueda socorrernos excepto ellos. Si eso sucede, salvar vidas es más importante que cualquier otra cosa". ¡Pero qué hipócrita!. ¿De qué está hablando, señor Bargouhti? ¿Acaso el movimiento se llama ‘Boicot, Desinversiones y Sanciones, o Boicot, Desinversiones y Sanciones a Medias’, o bien ‘Boicot, Desinversiones y Sanciones Cuando Nos Conviene’? Sigamos buscando alternativas. Tal vez Hamás pueda hacer algo al respecto. Después de todo, no sólo saben arrojar cohetes, creo.
Además, la última palabra del nombre del movimiento es ‘Sanciones’. No premios, sino sanciones. ¿Acaso quieren premiar a los sionistas por desarrollar una vacunilla? ¿Y nuestra causa? ¿Nuestros alaridos? ¿Nuestras interminables cartas pidiendo a artistas y a deportistas que no viajen a Israel? ¿No sirvieron de nada?
¿Qué harán los países que, con justa razón, no les permiten el ingreso a los sionistas en una clara demostración de amor y hermandad como nos gusta a nosotros? Deben mantener su posición y prohibirles la entrada a las personas que provengan de Israel, pero también a los fármacos y vacunas israelíes. No hay por qué hacer una distinción sólo por el hecho de que unos sean de carne y hueso y los otros no.
¿De qué sirve todo nuestro odi… digo, esfuerzo, si ante el primer desafío damos marcha atrás? !Hay que seguir odiand… eeeh...luchando a como dé lugar!
