Quien crea que el desastre que se ha abatido sobre el Estado de Israel es el principio de su fin se equivoca. Este desastre marca, en mi opinión, el inicio de un nuevo comienzo y refuerza aún más mi confianza en que el Estado judío no dejará de prosperar. Este pogromo devolvió a Israel (y a los judíos) al punto de partida, al surgimiento del sionismo.
La razón reside en que les recordó las masacres y los pogromos que eran rutina en todo el mundo, incluida Palestina, antes de la creación del Estado.
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Los Palmach cuando asumieron la defensa de la población judía.
(Cortesía de la familia Ben Dror)
Los judíos, que hasta el comienzo de la era moderna estaban arraigados en un mundo tradicional de fe y observancia religiosa, se encontraban en el pasado siendo llevados como ovejas al matadero en sus casas. Solían agachar la cabeza, someterse a la realidad y dar gracias a Dios por lo bueno y lo malo. Veían las calamidades que les ocurrían como un decreto de Dios.
Esta realidad de víctimas fue su destino hasta el surgimiento del movimiento sionista, que trató de rescatarlos de su debilidad e impotencia. El movimiento los liberó de la servidumbre de su fe y convirtió el espíritu de impotencia en un espíritu de resistencia y resiliencia, un espíritu de mantenerse firmes ante los desafíos, enfrentándose a los enemigos y en valiente autodefensa.
El sionismo consiguió sembrar este espíritu en los judíos donde vivían. Inspirados por él, empezaron a abandonar sus hogares y a emigrar a Israel. Entre ellos latía un espíritu de valentía y resistieron bien todos los desastres que les sobrevinieron y los difíciles retos a los que se enfrentaron.
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Innumerables coches quemados y dañados por la masacre de Hamás en el festival de música Nova.
(Yuval Chen)
El lema "no más", significaba no más masacres a partir de hoy.
Se acabaron los días en que los judíos eran masacrados como ovejas. Los tiempos en que se cometían terribles revueltas contra ellos, incluyendo el asesinato de hombres, la violación de mujeres y la matanza de cualquiera que no pudiera escapar.
Muy parecido a lo que hizo la organización terrorista Hamás el 7 de octubre.
Durante la Pascua de 1903, se llevó a cabo un pogromo contra los judíos de la ciudad ucraniana de Chisinau, que entonces formaba parte del Imperio ruso. Decenas de judíos fueron asesinados y cientos resultaron heridos. Más de 700 hogares y lugares de trabajo fueron destruidos. Las casas y negocios fueron saqueados y las mujeres violadas.
Sólo sobrevivieron los que se escondieron en refugios o huyeron.
Fue ese pogromo lo que motivó a Herzl a concebir la idea de establecer un Estado judío en Uganda. Para Ze'ev Jabotinsky, en cambio, las atrocidades de Chisinau fueron fuente de inspiración para la idea de la autodefensa y de una lucha en toda regla contra enemigos y adversarios.
Tras el final del pogromo, que duró tres días, durante los cuales los judíos fueron sometidos a todo tipo de torturas, el Comité Judío de Odesa envió al poeta Hayim Nahman Bialik a Chisinau para levantar el ánimo. Durante su visita fue testigo de la humillación y debilidad en que vivían aquellos judíos.
Los supervivientes de las atrocidades acudieron a sus sinagogas para dar gracias a Dios por el milagro que les había ocurrido. La oración de acción de gracias que recitaban, llamada "Padre de la Misericordia", se compuso después de que los cruzados atacaran a los judíos en 1096.
Decenas de miles de judíos fueron asesinados durante las Cruzadas.
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Los británicos tuvieron que sofocar los disturbios de 1921, 47 judíos fueron asesinados por árabes.
(Getty)
Miles de judíos también fueron asesinados por los árabes en la Tierra de Israel en los diversos pogromos que tuvieron lugar antes de la creación del Estado: los disturbios de 1920 y 1929, en los que fueron asesinados 133 judíos, y la masacre de Kfar Etzion en 1948, durante la cual fueron asesinados un centenar de judíos y el asentamiento de la zona quedó destruido.
Ahora, 75 años después del establecimiento del Estado de Israel, y tras haber alcanzado un alto nivel de sofisticación, humanidad y una civilización desarrollada, los asesinos de Hamás llevaron a cabo esta masacre.
Algunos que sueñan con la destrucción de Israel, vieron esto como el principio del fin del Estado.
La verdad es completamente distinta. El pueblo israelí, en particular los judíos entre ellos, jóvenes y viejos, se despertaron como uno solo, con un espíritu de resistencia, un espíritu de heroísmo y una postura firme contra el enemigo que latía de nuevo con más fuerza que en 1948 y las guerras que siguieron.
Aunque los judíos del país empezaron a llevar una vida de indulgencia y lujo, llegó este pogromo y los despertó de su letargo y de sus falsos sueños de paz con Hamás.
Ahora están volviendo al espíritu de resistencia y firmeza que les inculcaron Jabotinsky y otros. Este espíritu del sionismo comenzó a latir de nuevo en ellos después de que muchos de los judíos lo hubieran olvidado, y él mismo comenzara a marchitarse y diera paso a nuevos espíritus "post-sionistas".
Una de las características distintivas de que el Estado judío está en auge y prospera es la fuerza de la lengua hebrea. No ha dejado de desarrollarse y prospera en boca de jóvenes y mayores, entre los hebreos e incluso entre los que no lo son. La lengua árabe, en cambio, se deteriora cada vez más.
Al-Hassan bin Khaqan escribió sobre los judíos hace unos 1.200 años en sus poemas:
Los judíos de este tiempo han llegado
al fin de sus esperanzas y se convirtieron en reyes.
La fuerza en sus manos e incluso la propiedad.
De ellos salieron consejeros y reyes.
Hijos de Egipto, os aconsejé:
¡Convertíos al judaísmo! Después de todo, incluso las estrellas del cielo ya se han convertido
Los judíos de nuestro tiempo aún no han alcanzado su apogeo, pero van camino de ello. Antes de que olviden ese espíritu que se apoderó de ellos cuando establecieron el Estado, y antes de que lleguen a la etapa en que prevalece la ceguera, alguien viene a despertarlos de su profundo sueño y los devuelve a la realidad.
Así que no tengas miedo.
