El envío de tres drones de Hezbollah sobre el mar Mediterráneo el sábado probablemente fue una respuesta a una incursión en Siria que ocurrió más temprano ese día y que la organización respaldada por Irán atribuyó a Israel.
Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los drones volaron a baja altura hacia el yacimiento de gas natural de Karish y no produjeron subexplosiones tras haber sido derribados por un avión de combate de la Fuerza Aérea de Israel y una corbeta de la Armada de Israel, lo que indica que no portaban explosivos.
El yacimiento gasífero de Karish, dentro de las aguas territoriales de Israel, es un punto de discordia entre Jerusalem y Beirut, con Estados Unidos actuando como mediador en la disputa en los últimos meses.
Hezbollah, al apuntar contra ese lugar, parece haber enviado un mensaje al gobierno libanés para que se mantenga firme y exija que la frontera marítima entre los países se mueva hacia el sur para incluir Karish y otras potenciales reservas de gas en territorio libanés.
A través de sus acciones, es probable que Hezbollah persiguiera, no solo objetivos convenientes a Irán, sino también los suyos propios. Aumentar la tensión en torno a la disputa por la frontera marítima podría desincentivar a las empresas extranjeras a invertir allí.
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Delegación estadounidense en las conversaciones sobre la frontera marítima entre Israel y el Líbano.
(Ministerio de Energía)
Según todos los indicios, los drones estaban desarmados y fueron enviados para fotografiar la plataforma de gas y mostrar su capacidad de atacarla y al mismo tiempo dejar expuesto a Israel y su seguridad, justo antes de la visita del presidente estadounidense Joe Biden.
Pero todos los objetivos del grupo respaldado por Irán fueron literalmente derribados por las FDI. La Fuerza Aérea y la Marina mostraron que pueden responder a un ataque con drones incluso en condiciones subóptimas, con vuelos lentos y de baja altitud, casi indetectable.
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Buque de guerra israelí frente a la costa en la frontera entre Israel y el Líbano.
(EPA)
Por primera vez, las FDI desplegaron sus misiles Barak 1 y demostraron que pueden proporcionar una defensa exitosa a las plataformas de gas. No hay dudas de que Israel tuvo ventaja en el incidente del sábado, gracias a las lecciones aprendidas en incursiones anteriores de vehículos aéreos no tripulados.
A Hezbollah le quedará claro, sin lugar a dudas, que un ataque contra las aguas territoriales de Israel por parte de vehículos aéreos no tripulados u otros métodos será considerado una agresión contra su soberanía y no será gratuito.