Soldados israelíes mataron a tiros a un adolescente palestino durante enfrentamientos en Cisjordania, en medio de lo que las Fuerzas de Defensa de Israel describieron que se trataba de una operación para demoler la casa de un presunto atacante.
La casa, ubicada cerca de la ciudad cisjordana de Jenin, pertenecía a Mohammad Jaradat, a quien Israel ha acusado, junto con otros cómplices, de matar a un estudiante judío de yeshivá cuando salía del asentamiento ilegal de Cisjordania de Homesh, en diciembre.
El sangriento día en el norte de Cisjordania fue precedido por otro día violento en el barrio Sheikh Jarrah, de Jerusalem Este, donde docenas de residentes palestinos corren el riesgo de ser desalojados de sus hogares, debido a una disputa legal y política sobre quiénes son los dueños de las propiedades.
La semana pasada, las fuerzas israelíes mataron a tres palestinos a plena luz del día en Nablus, una ciudad bajo el control total de la Autoridad Palestina. Israel había culpado a los tres hombres de estar detrás de una serie de ataques a tiros contra civiles y soldados en Cisjordania.
Mientras tanto, miles de palestinos descontentos se manifestaron en Hebrón y en otras partes de Cisjordania contra el caos de seguridad y los aumentos de precios de la electricidad, el gas y una cantidad importante de alimentos, exigiendo respuestas y acciones.
Todo esto se produce en medio de crecientes preocupaciones tras la reunión de la semana pasada del Consejo Central Palestino (PCC), el comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, utilizó para afianzar su poder y asegurar a su sucesor.
Las principales facciones palestinas han criticado los nuevos nombramientos de Abbas para altos cargos en la OLP durante la reunión del PCC como ilegítimos y una forma de que él instale a su sucesor.
Los críticos de Abbas lo han acusado de tomar el poder y la política interna palestina parece estar más fragmentada que nunca.
La última vez que se celebraron elecciones presidenciales fue en 2005, mientras que una encuesta para el Consejo Legislativo Palestino tuvo lugar hace 16 años. Un año más tarde, se produjo una división entre Gaza y Cisjordania, causando una gran brecha entre las dos facciones más grandes de los palestinos, y esencialmente creando dos entidades políticas separadas.
Abbas disolvió el Consejo Legislativo Palestino en 2018.
La última vez que se celebraron elecciones presidenciales fue en 2005, mientras que una encuesta para el Consejo Legislativo Palestino tuvo lugar hace 16 años.
En un intento por enfriar calmar la ira en la calle palestina, la declaración final de la reunión del PCC anunció el congelamiento de la coordinación de seguridad de la Autoridad Palestina con Israel.
La misma declaración fue hecha por el mismo organismo de la OLP hace cuatro años, pero nunca se implementó; esta vez no logró obtener mucho apoyo, y muchos palestinos dudan de los motivos detrás de él.
Jihad Mansour, un abogado de Nablus, dijo que la gente está acostumbrada a las declaraciones encendidas de los funcionarios palestinos.
"Realmente creen que somos tontos. Cuando están en un aprieto, atacan a Israel y amenazan con detener la coordinación [de seguridad] con la ocupación. Nunca cumplen con ninguna de sus decisiones", señaló el crítico dirigente palestino.
Pero la AP se enfrenta a un problema mayor, y es la creciente percepción entre muchos de que su control sobre el terreno es inestable.
"No lograron mantener la confianza de la gente", dijo Fadi, un activista social que ha sido arrestado varias veces por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina. Afirma que la gente quiere un cambio. "Tuvieron tiempo suficiente para implementar su agenda y fracasaron. Sólo están interesados en asegurar sus propias posiciones", opinó sobre el actual liderazgo palestino.
La división entre las facciones palestinas no se limita a Fatah y Hamas. Fatah, el movimiento que encabeza Abbas, también tiene internas puertas adentro, con muchos de sus altos funcionarios expulsados o marginados por el presidente palestino.
El analista político Fares Sarfandi, con sede en Ramallah, afirmó que tanto la OLP como la AP se han debilitado por las políticas de Abbas: "La AP ha caído popularmente como resultado de prácticas de gobierno incorrectas y el estado de corrupción, holgura y desviación que la afligía", señaló. Sarfandi agrega que la calle palestina ha "perdido la confianza" en la Autoridad Palestina, lo que lleva a muchos a buscar una "alternativa".
Tras el asesinato por parte de Israel de tres miembros del ala militar de Fatah, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, muchos de los miembros del movimiento, incluido Abbas, elogiaron a los tres caídos.
"Creo que la escalada del discurso del movimiento Fatah no es más que un intento de encubrir la debilidad del discurso de la Autoridad Palestina, porque Fatah hasta este momento es la Autoridad Palestina y no hay una desconexión real entre las dos entidades", opinó Sarfandi.
Se cree que 2022 verá un aumento de la violencia en los territorios palestinos, como resultado de los problemas financieros de la Autoridad Palestina y la continua tensión con los colonos en Cisjordania. Pero no se ve la posibilidad de una tercera intifada, o levantamiento, en el horizonte: "Creo que las razones objetivas para la explosión de la situación en Cisjordania existen, pero son prematuras", dijo.