A medida que pasan las horas desde la fuga de los prisioneros, la euforia que rodeaba a los círculos de la Yihad Islámica y en cierta medida también a Hamás, está siendo reemplazada por amenazas de violencia por las consecuencias de la fuga y su impacto en las condiciones de los terroristas encarcelados en Israel.
El Servicio Penitenciario, que ha sido duramente criticado durante casi dos días, ha comenzado el traslado de casi 200 internos entre pabellones. Además, los prisioneros del Pabellón 2 de la cárcel de Gilboa, donde se excavó el túnel, fueron llevados a otras prisiones en el sur. Se trata de terroristas de la Yihad Islámica, la organización a la que pertenecen cinco de los fugitivos que huyeron a principios de esta semana. Se estima que continuará el traslado de presos y la separación entre ellos. Esta es una sanción muy significativa para los reclusos.
Las sanciones impuestas están provocando disturbios en las cárceles y existe la posibilidad de que algunos de los presos intenten generar violencia dentro de las prisiones o lleven a cabo otro tipo de protestas, como una huelga de hambre masiva, lo que aumentaría las tensiones dentro de los establecimientos penitenciarios
Hasta ahora, el Servicio Penitenciario solía concentrar a reclusos pertenecientes a una misma organización en una misma celda, e incluso les asignaba sectores separados en la prisión. Sin embargo, ahora hay prisioneros de diferentes agrupaciones, algunas enfrentadas entre sí, en una misma celda y que no se conocen unos con otros.
Además, fuentes palestinas afirmaron que debido a la fuga de los terroristas, a los internos de la prisión de Gilboa no se les permite ver televisión. Los funcionarios de seguridad también han comenzado a investigar a figuras clave entre los reclusos pertenecientes a la Yihad Islámica para tratar de determinar si sabían de antemano sobre el plan de escape.
Las sanciones impuestas están provocando disturbios en las cárceles y existe la posibilidad de que algunos de los presos intenten generar violencia dentro de las prisiones o lleven a cabo otro tipo de protestas, como una huelga de hambre masiva, lo que aumentaría las tensiones dentro de los establecimientos penitenciarios.
Debido a las preocupaciones palestinas relacionadas con un posible empeoramiento en las condiciones de los prisioneros, particularmente de los miembros de la Yihad Islámica, la rama militar de la organización terrorista expresó una importante amenaza que debe tomarse muy en serio. "Si [Israel] continúa con las sanciones contra los prisioneros, responderemos de la manera que consideremos conveniente. Estos reclusos no se quedarán solos en la batalla”, advirtió la Yihad Islámica.
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Soldados de las FDI se unen a la búsqueda el martes de los seis hombres que escaparon de la prisión de máxima seguridad de Gilboa.
(EPA)
No se deben ignorar las amenazas de la Yihad Islámica. Al igual que Hamás, cuenta con diversas capacidades, especialmente en la Franja de Gaza. Además, a diferencia de Hamás, no tiene la responsabilidad de un gobierno, por lo que para ellos es más sencillo cumplir sus amenazas
No se deben ignorar las amenazas de la Yihad Islámica. Al igual que Hamás, cuenta con diversas capacidades, especialmente en la Franja de Gaza. Además, a diferencia de Hamás, no tiene la responsabilidad de un gobierno, por lo que para ellos es más sencillo cumplir sus amenazas. Por lo tanto, la fuga que comenzó con un pozo cerca de Gilboa puede terminar en un pozo de lanzamiento de cohetes cerca de Beit Hanoun.
Las detenciones realizadas ayer en la aldea árabe-israelí del norte contra tres presuntos árabes que ayudaron a los prisioneros en su ruta de escape, indican que hay algunos avances en la búsqueda, pero parece que aún falta un largo camino por recorrer para atraparlos.
Hay que tener en cuenta que esa asistencia fue mayor y más significativa que prestar una ducha o realizar un traslado; también podría haber incluido el suministro de armas en caso de que los presos las necesitaran. Desafortunadamente, las armas en el sector árabe de Israel son moneda corriente.
En este punto, el análisis se divide en varias opciones diferentes. Si algunos o todos los prisioneros todavía se encuentran en territorio israelí, aumenta la probabilidad de que intenten llevar a cabo lo que se conoce como “ataque de negociación”, siempre que sientan que las fuerzas de seguridad están cerca de ellos. Tal ataque, seguramente un secuestro, podría ser su última opción para recuperar su libertad. En este escenario, los terroristas liberarían a los rehenes a cambio de ser trasladados sanos y salvos a otro país o entidad sobre la que Israel no tiene control, como Gaza, Siria o el Líbano, entre otros.
Si algunos de ellos han logrado o logren en algún momento cruzar a Jordania, es probable que aún se mantengan ocultos en el reino hachemita debido al temor de que sean descubiertos por los servicios de inteligencia jordanos. Es probable que este país sea solo una “estación” en su camino a Siria o Irak.
Si regresaran a Jenín, probablemente recibirían una importante protección. Ese distrito es el bastión de la Yihad Islámica en Cisjordania y muchos de sus miembros residen allí. En el campo de refugiados de Jenín también hay una alianza entre las organizaciones que no existe en ningún otro lugar. En otras palabras: la Yihad Islámica no luchará sola, sino que recibirá asistencia activa de Hamás y Fatah. Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet) tienen la opción de entrar en cualquier casa allí, es probable que se encuentren con una resistencia significativa que inevitablemente conducirá a víctimas, quizás muchas, en el lado palestino y posiblemente también en el lado israelí.
Si los prisioneros mueren durante un enfrentamiento de este tipo podría derivar en la desestabilización de Cisjordania y la Yihad Islámica podría cumplir con sus amenazas en la Franja de Gaza.
