La escalada en el norte es "lenta y mutua". Se puede decir que Hezbolá sigue aumentando el ritmo de disparos y lanzamientos contra objetivos israelíes en Galilea, en un intento de llevar pérdidas y destrucción al país, en respuesta a las bajas que el grupo terrorista sufrió en los últimos meses.
Hezbolá, según informes propios, cuenta con 220 muertos en ataques de la fuerza aérea de Israel en el sur del Líbano, e incluso al norte del canal Litani.
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Nasralá, secretario general de Hezbolá y Netanyahu, primer ministro de Israel.
(Yair Sagi)
Precisamente este martes, nueve miembros de Hezbolá murieron por bombas de la fuerza aérea, donde también se contabilizaron muertos entre miembros de Hamas y otras organizaciones palestinas que operan al servicio y con la aprobación del grupo chiíta.
Estas pérdidas, según los indicios, preocupan mucho a Hassan Nasralá, y así quedó patente en el tono y contenido del discurso que el secretario general de Hezbolá pronunció desde un búnker, por vídeo, a sus hombres.
El discurso fijó condiciones estrictas para una tregua e incluso aseguró que Hezbolá "no cesará el fuego hasta que Israel deje de combatir en Gaza".
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Vista del lugar donde cayó un cohete tras ser disparado desde Líbano, cerca de la entrada de un hospital en Safed, norte de Israel.
(Reuters)
Pero lo importante del discurso fue el tono beligerante que surge de la frustración de Hezbolá, y de sus patrocinadores iraníes, por las pérdidas que la organización sufrió en los últimos días y la extensa destrucción en aldeas chiítas al sur del Líbano, donde las FDI están dañando casas e instalaciones utilizadas por la agrupación y sus agentes para empujarlos hacia el norte.
Esta frustración de Hezbolá llevó al lanzamiento de enormes ráfagas de docenas cohetes a la vez hacia Galilea. De hecho, este miércoles, se produjo un ataque a una instalación militar en la zona de Safed en el que una mujer murió y otras ocho resultaron heridas. Minutos tardaron las FDI en atacar Líbano, como lo hizo con intensidad cada vez que se atacó a Israel.
Hezbolá intentó varias veces atacar bases centrales de las FDI desde el 8 de octubre, incluida la unidad de control de la fuerza aérea, instalaciones de detección e identificación de la marina en Rosh Hankara y el campamento de mando norte utilizando un dron explosivo.
En todas las ocasiones los ataques causaron daños mínimos.
En el ataque de la fecha, la pregunta principal es si Hezbolá utilizó un medio que aún no se había visto y, por lo tanto, también logró ser preciso.
Para lograr impactos precisos, Hezbolá utilizó en el pasado, por ejemplo, misiles antitanque iraníes "Cornet" y "Elms" para atacar instalaciones de control y alerta de la Fuerza Aérea en la región de Galilea. Los modelos avanzados de estos misiles tienen un alcance de unos 8 kilómetros. "Elms" es una ingeniería inversa iraní de un misil israelí del modelo "Gil", que está al servicio de las FDI y fue desarrollado por Rafael Advanced Systems. Pero el impacto en la instalación militar en el área de Safed fue por un cohete, probablemente uno pesado.
El grupo libanés no tiene muchos misiles de este tipo y es probable que los esté guardando para un conflicto a gran escala con Israel.
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Secuelas del supuesto ataque israelí al sur del Líbano. Se informaron al menos dos muertos.
(Ynet)
El ataque directo de esta mañana a las instalaciones israelíes plantea la posibilidad de que Hezbolá haya decidido quitarse los guantes y utilizar los cohetes y misiles de precisión que tiene en sus manos, debido a la frustración por las pérdidas que sufre continuamente en la guerra limitada que se libra actualmente en el sur del Líbano. Como se mencionó, esto también concuerda con el tono belicoso de Nasralá en su discurso, y también aumenta la probabilidad de un error de cálculo, especialmente por parte de Hezbolá, que parece tener mucho miedo de un ataque importante por parte de Israel.
Todo esto sin relación alguna con los esfuerzos políticos realizados por los mediadores en nombre de Estados Unidos y Francia con el objetivo de alcanzar un acuerdo diplomático para un alto el fuego en el Líbano y sacar a Hezbolá de la frontera, para permitir que israelíes y libaneses residentes a regresar a sus hogares en ambos lados de la frontera.
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"Esperamos que termine la guerra y volver a nuestra vida normal", aseguran desde las comunidades del norte de Israel
(Ynet)
Por lo tanto, las tensiones en la frontera norte están aumentando en los últimos días, al igual que la posibilidad de que se produzca un deterioro de los combates y tal vez incluso una guerra a mayor escala.
Por ahora, parece que en Israel, y también en Líbano e Irán, quienes toman las decisiones quieren evitar una guerra importante.
First published: 11:34, 14.02.24
