Saludo a los residentes del campo de refugiados de Jenín, que en los últimos días se convirtió en un foco terrorista, a quienes no están implicados en el terrorismo. Ver lo que tuvieron que soportar es doloroso. No nos alegramos de sus tribulaciones y preferiríamos tener vecinos contentos con sus trabajos, su educación, su crecimiento económico y su industria.
No podemos alegrarnos cuando nuestros vecinos hicieron de la industria de la muerte el fundamento de su identidad.
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Una mujer palestina camina junto a las casas destruidas en la ofensiva de las FDI en el campo de refugiados de Jenín.
(AP)
Tomen nota, residentes del campo de refugiados de Jenín. Aquellos que no estan implicados en el terrorismo. El mando unificado de facciones terroristas, estableció bases en tres zonas de su campo, dos de ellas, instalaciones de la UNRWA y una una escuela. Ellos sabían lo que estaban haciendo. Querían que las FDI atacaran esos lugares, para ganar puntos en la esfera de la opinión pública y aumentar la percepción de que los palestinos son víctimas.
¿También quieren eso? La UNRWA les proporciona alimentos y educación. ¿En qué los beneficiaría la destrucción de sus escuelas u otros servicios? Ustedes serían las víctimas de tal escenario. ¿No es aconsejable pensar en un cambio de rumbo? Una vez que consideren sus propios beneficios, verían quiénes son sus verdaderos enemigos y ambos nos beneficiaríamos de ello.
Tienen representantes que hablan en su nombre en todo el mundo, que se dicen a sí mismos, a su público e incluso a usted, que la justicia está de su lado. Están "luchando contra los ocupantes extranjeros", manifestan. Pero se equivocan.
¿Pensaron alguna vez en hacer un balance real de su situación? ¿Se preguntaron qué es lo que buscan? Se les ha presentado una y otra vez oportunidades para poner fin a la ocupación, pero sus dirigentes siempre las han rechazado. Esos supuestos defensores son parte integrante de esta gran tragedia. En lugar de guiarlos hacia la seguridad y una vida mejor, alimentan las ilusiones de justicia bajo el dominio del mal, la insensatez y armas letales.
Esa lucha, lo sabemos bien, no es contra la ocupación israelí de Cisjordania. Harían bien al darse cuenta de que los han convertido en peones en manos de la yihad internacional y de Irán.
Ellos mueven los hilos. ¿Los ayudaron en algo? Todo lo contrario.
Esto no tiene nada que ver con Israel. Líbano lo ha sufrido durante décadas y sigue siendo un Estado fallido. Más del 80% de los libaneses viven por debajo del umbral de la pobreza por culpa de Irán, no de Israel. Teherán tiene cientos de millones de dólares invertidos en la industria de la muerte y en producción de más y más misiles y ¿con qué fin? Para cumplir el sueño de destruir Israel.
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Mujeres caminan junto a las casas destruidas en el campo de refugiados de Jenín.
(AFP)
Líbano cuenta con el grupo terrorista Hezbolá, respaldado por Irán, y Jenín con la Jihad Islámica palestina.
Yemen ha sido objeto de lo mismo. Irán intervino en el conflicto interno, inundando de armas a los rebeldes Houthi, creando casi un millón de nuevos refugiados, matando a casi 400.000 personas y provocando pobreza.
Tu Nakba es un paseo por el parque comparado con lo que sufrió el pueblo de Yemen. Así que no digan que Israel y la ocupación son culpables de estas miserias. Su destino será un reflejo del de Yemen y eso no será motivo de placer para nosotros.
Es sólo cuestión de tiempo después de que Israel lance una ofensiva militar, que la opinión pública internacional se vuelva a favor de los vecinos de Jenín.
A pesar de que Israel lucha contra terroristas, no contra civiles, seguís siendo vistos como víctimas de los militares. Pero eso no debe ser motivo de placer porque no supondrá ninguna mejora en vuestra vida. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU votará una resolución para condenar a Israel y, si tienes suerte, algunos antisemitas de izquierdas organizarán protestas en tu apoyo. Incluso en Israel han salido manifestantes para condenar la operación militar.
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Un grupo de personas reparten caramelos para celebrar el atentado terrorista perpetrado el mes pasado en el asentamiento de Eli.
(Ynet)
Vemos en sus calles celebrando después de que judíos sean asesinados en ataques terroristas. Siempre estará el tonto entre nosotros que justificará sus conductas y publicará una sarta de improperios contra las FDI. Además, dirá que la resistencia contra Israel es inspiradora o que los militares pasan por alto el hecho de que los civiles son objetivo de sus operaciones y que eso es horrendo. Y lo es. Pero ninguna protesta contra la ocupación cambiará eso.
Usted considera esas manifestaciones como un signo de debilidad israelí, pero son un signo de una democracia vibrante que puede soportar las críticas e incluso la propaganda malintencionada. El día que permitan expresiones de apoyo a la paz y de condena del terrorismo, sin que los oradores sean asesinados en un santiamén, será un día feliz que puede indicar que el cambio está llegando.
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Soldados de las FDI incautaron, entre otras cosas, morteros y granadas durante su operación antiterrorista en Jenín.
(Ynet)
Pero incluso ahora, después de todo lo que ha pasado y a pesar de todo, la mayoría de los israelíes les tienden la mano en señal de paz, si tan sólo eligieran la prosperidad en lugar del terrorismo.
Tienen razón en que la paz se ha eludido durante décadas, pero por su propio bien tanto como por el nuestro, esperemos que se consiga.
