Una marea humana invadió las calles de Ahvaz este domingo por la noche para rendir homenaje al general iraní Qasem Soleimani, quien murió el viernes en una ofensiva estadounidense en Irak.
El cuerpo de Soleimani llegó antes del amanecer al aeropuerto de esta ciudad del sudoeste de Irán de fuerte minoría árabe, según la agencia semioficial Isna.
La televisión estatal, que retransmitió en directo y colocó una franja negra en el ángulo superior izquierdo de la pantalla, mostró una marea humana que se acercó al centro de Ahvaz a llorar al militar de varios ataques contra Israel y objetivos estadounidenses.
La movilización en esta ciudad, capital de Juzestán, marca el inicio de tres días de ceremonias en su honor en su país natal, tras las que tuvieron lugar el sábado en Irak.
Está previsto que el homenaje nacional continúe en Teherán, Mashhad (noreste) y Qom (centro) hasta el entierro el martes en su ciudad natal Kerman (sudeste).
Reunida en la plaza Mollavi y varias calles alrededor, la multitud de Ahvaz agitó banderas rojas (color de la sangre de los "mártires"), verdes (color del islam) y blancas acompañadas de frases religiosas, así como retratos del terrorista que comandaba la fuerza Al Quds, unidad de élite de los Guardianes de la Revolución a cargo de las operaciones exteriores de la República Islámica.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio el sábado un paso más en la escalada de tensión con Teherán al advertir de que tiene en el punto de mira 52 sitios en Irán y que los atacará "muy pronto y muy duro" si la República Islámica actúa contra personal o bienes estadounidenses.
Estos sitios son "de muy alto nivel e importantes para Irán y la cultura iraní", aseguró el mandatario, y recalcó que "¡Estados Unidos no quiere más amenazas!".
Trump explicó que el 52 corresponde al número de estadounidenses que desde finales de 1979 y durante más de un año estuvieron retenidos por un grupo de iraníes en el interior de la embajada de Washington en Teherán.
El mandatario advirtió a Irán de que si ataca de nuevo a Estados Unidos, "¡les golpearemos más fuerte de lo que jamás han sido golpeados antes!".
En otro mensaje, Trump manifestó que su país usaría su "nuevo y hermoso" equipo militar "sin dudarlo" si los iraníes toman represalias.
Las facciones proiraníes en Irak aumentaron la presión horas antes con el lanzamiento de proyectiles contra las fuerzas estadounidenses, tras el funeral multitudinario del poderoso general iraní Qasem Soleimani, asesinado el viernes en un ataque de Estados Unidos en Bagdad.
Varios proyectiles impactaron en la Zona Verde de Bagdad, donde se halla la embajada de Estados Unidos, y en la base aérea de Al Balad, al norte de la capital, donde están desplegados soldados estadounidenses, sin dejar víctimas.
El domingo por la mañana, una muchedumbre se congregó en la ciudad de Ahvaz, en el sudoeste de Irán, para homenajear a Soleimani.
"Guerra directa"
"Estados Unidos ataca directamente a un general iraní y los grupos ahora luchan abiertamente al servicio de Irán para vengar a este general: ya no es una guerra indirecta, es una guerra directa", declaró a la AFP Erica Gaston, investigadora de la New America Foundation.
Poco después de los ataques, las brigadas de Kataeb Hezbollah, la facción más radical de las milicias proiraníes en Irak, exigieron a las fuerzas de seguridad iraquíes que se alejaran "a 1.000 metros como mínimo de las bases estadounidenses a partir del domingo".
El Parlamento iraquí se reúne el domingo en una sesión extraordinaria en la que podría denunciar el acuerdo irako-estadounidense que enmarca la presencia de 5.200 soldados estadounidenses en suelo iraquí.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, criticó con dureza la exigencia lanzada por Kataeb Hezbollah.
"Los matones le dicen a las fuerzas de seguridad iraquíes que abandonen su deber de proteger la embajada de Estados Unidos en Bagdad y otros lugares donde los estadounidenses trabajan codo a codo con la buena gente iraquí", expresó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Pompeo señaló también que las órdenes que da Teherán a Bagdad "ponen en riesgo la vida de los patriotas iraquíes".
La OTAN ya anunció la suspensión de sus misiones en Irak y la coalición antiyihadista, liderada por Estados Unidos, redujo sus operaciones y reforzó la seguridad de sus bases. Estados Unidos anunció el despliegue de 3.000 a 3.500 soldados adicionales en la región.
Por la noche, drones de la coalición que apoya a Estados Unidos sobrevolaban la base K1 de Kirkuk, así como la de Al Balad, según fuentes en el lugar.