Joven con barbijo
Los barbijos y una crisis que cambió la rutina de todo el mundo.
Engin Akyurt
Los murciélagos, más activos en espacios urbanos.

El coronavirus en El Museo de Arte de Haifa

“Espacios en Confusión” es una exposición que interpela los efectos de la pandemia desde diferentes ángulos. Murciélagos, fotos, olores y parte de esa nueva realidad: el museo por ahora permanece cerrado.

The Media Line - Adaptado por Tom Wichter |
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En medio de cierres e incertidumbre para toda actividad cultural, el Museo de Arte de Haifa en el norte israelí decidió dedicar un amplio espacio artístico al impacto de la crisis del coronavirus.
¿Cómo la pandemia transformó las nociones de familia, hogar y espacio personal? Estas son solo algunas de las preguntas que plantean los 50 artistas que participan en la exposición, probablemente la primera de este tipo en abordar la crisis en una escala tan significativa.
“Queríamos encontrar un ángulo sobre cómo una institución de arte puede reaccionar ante esta nueva realidad”, explicó Anat Martkovich, curadora del museo y una de las responsables de “Espacios en Confusión”, una mega exposición de nueve exhibiciones que abordan la situación actual desde una amplia gama de ángulos y temas.
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Museo Arte Haifa Coronavirus
Museo Arte Haifa Coronavirus
Los murciélagos, más activos en espacios urbanos.
(Yuval Chen)
Uno de los espacios más destacados es, sin duda, una muestra del fotoperiodista Yuval Chen que explora cómo la vida de los murciélagos se vio alterada en entornos urbanos, como resultado de los encierros y la reducción de la actividad humana.
Ubicadas cerca de la entrada del museo, las fotos cuelgan por un pasillo estrecho y oscuro como una boca de lobo, excepto por unos focos cuidadosamente colocados que iluminan las obras de arte en cuestión. “Chen vagó por las calles de Tel Aviv y descubrió que los murciélagos tenían mucho más espacio para moverse en la ciudad”, explicó Yifat Ashkanezi, curadora del museo, sobre la obra que aborda la vida del animal que, se cree, transmitió el COVID-19 al ser humano.
Belu-Simion Fainaru, otro de los que participa en la muestra, es un reconocido artista que nació en Rumania y emigró a Israel en 1973. Su obra “Leche negra” evoca a “La Última Cena” de Leonardo Da Vinci y su trabajo multisensorial convoca especialmente al olfato: alrededor de una mesa antigua que perteneció a sus padres rumanos se distribuyen delicados platos de porcelana blanca llenos de un líquido negro como la tinta, que emite un olor similar al aceite quemado.
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Museo Arte Haifa Coronavirus
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"Leche Negra".
(Belu-Simion Fainaru)
Según el artista, ese particular aroma busca replicar la sensación de un hogar perdido. “Después de esta cena no pasa nada y se puede relacionar con la situación actual: no sabemos qué pasará. Normalmente existe una continuidad entre pasado, presente y futuro, pero ahora algo se rompió en la manera en que vivimos y percibimos a la familia”, contó Fainaru.
La obra de la israelí Meirav Heiman también profundiza sobre la vida familiar alterada por la cuarentena y el aislamiento. Con recursos surrealistas, muestra lo que pareciera ser una familia atrapada y rebotando en un trampolín en medio de una cena, con la comida y los platos volando de manera caótica en todas direcciones.
“Trata sobre la fragilidad familiar en un momento en que cenan y todo puede romperse”, cuenta Heiman sobre otro de los intentos de confrontar la nueva realidad, el objetivo final de esta gran exposición del Museo de Arte de Haifa.
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Museo Arte Haifa Coronavirus
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"El trampolín", reflejo de una rutina familiar convulsionada.
(Meirav Heiman)
Así como la pandemia, las obras ofrecen muchas preguntas y pocas respuestas, tal como ocurre en la actualidad con las instituciones culturales de Israel: inclusive el propio museo por el momento permanece cerrado. “La mayoría de los empleados fueron despedidos y hay mucha incertidumbre”, relató Ashkenazi con preocupación.
Si bien el museo de Haifa pudo abrir sus puertas en septiembre, pocos días después se produjo un vertiginoso aumento de casos de COVID-19 que forzó al gobierno israelí a imponer severas restricciones de circulación que perjudicaron con fuerza a las instituciones culturales.
Esta semana las autoridades nacionales anunciaron que se permitirá la apertura de un número limitado de museos, entre ellos el Museo de Israel en Jerusalem y el Museo de Arte de Tel Aviv. En Haifa todavía no están incluidos en esa lista, pero esperan que esto cambie y la sociedad israelí pueda acercarse a pensar de manera colectiva y artística los efectos de esta crisis mundial.
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