Por segunda vez en menos de un mes, un trabajador de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel logró tomar registro de la visita de una mantarraya gigante a las costas de Eilat, en el extremo sur de Israel. La manta gigante es la especie más grande dentro de los peces cartilaginosos, categoría a la que pertenecen también los tiburones. A diferencia de las versiones más pequeñas, esta no posee un aguijón venenoso en su cola.
Omri Omsi, inspector de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel, contó: “Mientras hacía la inmersión de rutina de esta mañana, levanté la cabeza y vi una enorme mantarraya que nadaba por encima mío. Llevo años buceando y vi una de estas por primera vez en mi vida hace un mes. No es la misma porque en este caso pude identificar que se trataba de una hembra".
Las mantas gigantes suelen alcanzar un ancho de 4,5 metros en ejemplares adultos, pero existen registros de mantas de más de 9 metros. Con sus enormes bocas filtran el agua y se alimentan de fitoplancton y de microorganismos suspendidos en el agua. Su avistaje representa el sueño de cualquier buzo, pero se trata de un suceso totalmente atípico para Eilat. Hasta hoy solo se registran en Israel 14 observaciones de este tipo.
La mantarraya es codiciada en el mundo por el alto valor de su carne y aletas. Su pesca excesiva la puso en peligro y hoy se la define como especie "vulnerable" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).