Israel Eslovaquia UEFA
Israel empató sus primeros dos partidos en la Liga de las Naciones.
Reuven Schwartz

Liga de las Naciones: Israel comenzó con dos empates

El viernes igualó de visitante 1-1 con Escocia y hoy salvó un punto sobre la hora ante Eslovaquia. El próximo objetivo de la selección: una histórica clasificación a la Eurocopa.

Ynet Español |
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La selección de fútbol de Israel abrió la temporada de la Liga de las Naciones de la UEFA con sendos empates ante Escocia y Eslovaquia, en ambos caso por 1-1.
El debut de los israelíes en la competencia fue el viernes pasado en Glasgow. Tras un comienzo adverso con un gol del delantero Eran Zahavi, estrella israelí de la liga china, el equipo nacional volvió al país con una valiosa igualdad en condición de visitante.
(El empate de Israel ante Escocia)
Este lunes en Netanya los eslovacos estuvieron al frente del marcador durante casi todo el juego, pero en el minuto 46 del segundo tiempo los locales rescataron un punto gracias al tanto de Ilay Elmkies, el joven centrocampista de 20 años que se desempeña en el Hoffenehim de Alemania.
Con estos primeros empates la selección de Israel acumula dos puntos y se ubica en el tercer puesto de la zona B2 de la Liga de las Naciones. El grupo es liderado por Escocia (4), secundado por República Checa (3) y en el último lugar está Eslovaquia (1).
(Igualdad agónica de Israel ante Eslovaquia)
El próximo partido de los israelíes en este torneo será el 11 de octubre de local ante República Checa y el 14 de octubre visitará a Eslovaquia en el inicio de la segunda ronda. En noviembre, al finalizar las seis fechas del grupo, el mejor posicionado ascenderá a la Liga A y el peor descenderá a la C.
Pero antes del enfrentamiento ante los checos el equipo israelí afrontará un partido importante: el 8 de octubre viajará nuevamente a Glasgow para enfrentar a Escocia, en esta oportunidad por el repechaje clasificatorio a la Eurocopa 2021. En caso de triunfo, Israel jugará el 12 de noviembre ante el vencedor de un cruce entre Serbia y Noruega, y una nueva victoria sería histórica: por primera vez la selección israelí jugaría el torneo más importante del Viejo Continente.
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