El número de nómades digitales aumentó durante la última década, y con una buena parte del mercado laboral habiendo atravesado la experiencia de trabajar desde el hogar durante el 2020, se espera que muchas más personas adopten un estilo de vida itinerante una vez que la pandemia haya terminado y las fronteras se vuelvan a abrir.
Por otra parte, es probable que Israel sea uno de los primeros países en abrir sus fronteras, ya que lidera a nivel mundial la campaña para inocular a su población contra el COVID-19 y está negociando acuerdos bilaterales con varios países para permitir que los viajeros ya inmunizados ingresen al país.
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Playas, bares y cafés: la oferta de Tel Aviv para trabajadores itinerantes.
(Shutterstock)
En ese contexto, los primeros viajeros serán seguramente trabajadores, nómades digitales, que estuvieron encerrados en un mismo país durante un año y buscarán ahora un nuevo destino. Israel nunca fue uno de los principales destinos de este tipo de trabajador digital. Según el sitio web nomadlist.com, Tel Aviv ocupa el puesto 829 entre las ciudades del mundo, explicado en parte por su alto costo de vida en relación a otras ciudades.
¿Qué puede encontrar en Israel un trabajador digital itinerante?
Lo primero que cambió de forma drástica es el costo de vida. Tel Aviv ya ofrece opciones de alojamiento por menos de 1.000 dólares al mes. Incluso se puede alquilar una habitación por 500 dólares. Esto es casi la mitad de los precios previos a la pandemia.
Más allá del precio, Israel tiene algunas alternativas que lo diferencian de otros destinos como la posibilidad de alojarse en un kibutz, albergues extravagantes y una ciudad que no duerme.
Kibutz
Una nueva iniciativa busca hacer de los kibutz de Israel el refugio perfecto para los nómades digitales. Muchos de ellos están ubicados en lugares tranquilos rodeados de magníficos escenarios naturales.
La infraestructura del kibutz se puede utilizar fácilmente para satisfacer las necesidades de un trabajador digital itinerante: lugar de alojamiento, espacios comunes de trabajo y grandes comedores que los miembros del kibutz y los visitantes pueden utilizar por igual.
Omer Shai, creador de “Gather”, comenzó su proyecto antes de la pandemia. Mantuvo encuentros con 40 kibutzim, algunos de los cuales aceptaron unirse a su iniciativa. En enero de 2020 se llevó a cabo una primera prueba piloto en el Kibutz Kfar Blum en el norte, donde 15 jóvenes trabajadores se establecieron durante un mes. El programa incluía un espacio común para trabajar a distancia, actividades agrícolas voluntarias (como la plantación de árboles) y una cena comunitaria regular.
Albergues
La casa de huéspedes Juha se ubica directamente sobre la playa y es el único albergue de un pequeño pueblo árabe de pescadores. El hostal desarrolló en gran medida la vida del pueblo, uno de los más pobres de Israel, cercano a Cesarea, una de las zonas más ricas.
Cerca del hospedaje se encuentra el Beach Hub, un centro de innovación emplazado sobre la playa que cuenta con Wi-Fi, mesas de trabajo y por supuesto, sol, arena y mar. Israel tiene buen clima durante nueve meses al año, lo que hace de este lugar una buena opción para trabajar mirando el mar.
Tel Aviv
Es posible que Tel Aviv no haya sido una buena opción para nómades digitales debido a su alto costo de vida. Sin embargo, la pandemia redujo los precios de la hostelería y los alquileres, y actualmente se puede encontrar una gran variedad de hoteles, hostales y alojamiento en Airbnb, con precios por habitación que ascienden a 500 dólares al mes.
Con precios bajos, Tel Aviv se convertirá rápidamente en un destino nómade digital muy popular porque es innovador, dinámico, con cafés, bares, clubes y una playa con un clima excelente casi todo el año.
