Incluso alguien que sonríe aliviado al suponer que no está expuesto a las inversiones en criptomonedas, debería preocuparse. En los últimos dos años, cada vez más fondos de inversión tradicionales y aparentemente sólidos acudieron a empresas que operan con monedas digitales.
Celsius, irónicamente, es un ejemplo de ello, ya que es una empresa que consiguió en su última ronda de contratación en octubre de 2021 una inversión de cientos de millones de dólares del Fondo de Pensiones de los Profesores Canadienses de Quebec.
Las empresas israelíes protagonizan la lista de monedas virtuales más cotizadas, con Fireblocks recaudando 500 millones de dólares por valor de 8.000 millones, incluidos los fondos de pensiones. Hace dos semanas, Starkware, de Netanya, recaudó 100 millones de dólares por un valor similar de varios fondos de renombre
El Fondo de Profesores no es el único inversor sólido tentado a invertir en el mundo del blockchain según los valores inflados de 2021.
La friolera de 30.700 millones de dólares fluyeron el año pasado hacia las cuentas de las empresas de criptomonedas y blockchain y, paradójicamente, el alto ritmo se mantuvo incluso recientemente, con 12.500 millones de dólares invertidos en empresas del sector desde principios de año.
Las empresas israelíes protagonizan la lista, con Fireblocks recaudando 500 millones de dólares por valor de 8.000 millones, incluidos los fondos de pensiones. Hace dos semanas, Starkware, de Netanya, recaudó 100 millones de dólares por un valor similar de varios fondos de renombre.
La ronda de financiación de Celsius, de 400 millones de dólares por valor de 3.000 millones, fue definida por los fundadores de la empresa como una especie de "F... you money".
La empresa no lo necesitaba realmente, pero como declaró el cofundador Daniel Leon en una entrevista con Calcalist el año pasado: "El objetivo de la contratación es matar todas las dudas. Que dejen de preguntarme por qué Celsius no es una pirámide. Estos inversores tienen mucho más que perder que yo".
En la misma entrevista, León hizo muchas afirmaciones sin fundamento, que hoy quedan cada vez más claras, como que "la salsa secreta de Celsius es la gestión del riesgo" y que "para nosotros hay tres cosas seguras: los impuestos, la muerte y que Celsius pague intereses".
Sin embargo, su afirmación sobre los inversores es correcta y precisa. Tienen mucho más que perder. Mientras que Leon y los otros fundadores de Celsius, el director general Alex Mashinsky, y Nuke Goldstein, vicepresidente de tecnología, saldrán de su criptoaventura con algo más que una imagen dañada, que también será olvidada con el tiempo por el ruido del colapso general de la industria, los fondos de "viudas y huérfanos" son quienes van a absorver la pérdida real.
No se trata sólo de las grandes sumas que, en el caso de Celsius y otros proyectos recientes de criptomonedas, como Terra Luna, se esfumarán. Los niveles de valor a los que se realizaron las recaudaciones en el campo harán que las empresas, incluso las que logren mantenerse, tengan dificultades para realizar rondas de recaudación de fondos de mayor valor, y obligarán a los fondos que han invertido a reconocer la pérdida.
El valor medio de las empresas de criptomonedas y blockchain es excepcional incluso en comparación con áreas candentes como la fintech y la cibernética, por no hablar de toda la industria tecnológica.
Si el valor medio de las empresas tecnológicas de última etapa que recaudan fondos cayó un 14% este año, hasta unos 700 millones de dólares, según datos de PitchBook, el valor de las empresas de moneda digital de tamaño similar se duplicó en realidad, hasta alcanzar casi 4.000 millones de dólares.
Ya en la actualidad, tal valor no se puede justificar para las empresas de nueva creación, ya que incluso el gigante del intercambio Coinbase vio su capitalización de mercado caer a alrededor de 13.000 millones de dólares ayer, una quinta parte de la valoración de 85.000 millones de dólares con la que salió a bolsa el año pasado.
Las acciones de la criptobolsa cayeron ayer un 17% durante la negociación en Wall Street tras el anuncio de Celsius, y después de que la criptobolsa Binance también anunciara una paralización temporal de las retiradas de bitcoins.
El campo de las criptomonedas sigue siendo percibido por el público y también por muchos inversores como una especie de evento secundario esotérico que no afecta a quienes no entraron en él a sabiendas, pero eso es un error.
Blockchain en 2022 es el Internet del 2000. Es un invento importante que aún no encontró el caso de uso adecuado ni el modelo de negocio correcto.
Mientras tanto, sufre de las mismas enfermedades infantiles de las que sufrió Internet en la burbuja de las punto.com.
