El miércoles por la noche, el tenor italiano Andrea Bocelli subió al escenario en el Estadio Bloomfield, de Tel Aviv, y cautivó al público con un espectáculo inolvidable, antes de subirse a un avión de camino a su próximo concierto.
Su espectáculo en Israel será seguido por conciertos en México, en la ciudad de San Diego, Estados Unidos, y en Hollywood. Después de terminar la etapa norteamericana de la gira, la estrella italiana se dirigirá a Europa, con actuaciones programadas en Noruega, Inglaterra, Italia, España, Polonia y Grecia.
Andrea Bocelli, que es ciego desde que tenía 12 años, es uno de los tenores más exitosos del mundo, viaja por todo el mundo y actúa por lo general frente a multitud de personas.
Además de su impresionante carrera de 25 años, durante los cuales vendió más de 90 millones de copias de sus álbumes y ganó numerosos premios, Sacred Arias sigue siendo el álbum solista más vendido en la historia de la música clásica.
Uno puede preguntarse: ¿Cómo un tenor que canta canciones de amor napolitanas y óperas populares alcanza tal estrellato? No hay una respuesta clara. A pesar de su voz masculina única, Bocelli no cumple con los criterios profesionales de un cantante de ópera fundamental, como Luciano Pavarotti y Plácido Domingo. Aun así, la próspera carrera de Bocelli demuestra que sus críticos están equivocados, y nos dice que debe tener algún secreto para el éxito.
Bocelli, nacido en la región central italiana de la Toscana, fue descubierto a los 14 años en un concurso en el que cantó la conocida canción napolitana "O Sole Mio".
Aunque su don para la música fue prominente desde una edad temprana, no siguió una carrera solista de inmediato. Bocelli estudió derecho e incluso trabajó como abogado. Lo que expuso sus talentos al mundo y finalmente lo empujó a hacer un gran avance en el mundo de la música fue su concierto paralelo tocando el piano en bares.
En 1994, Bocelli fue coronado ganador del 44º Festival de Música de San Remo con su canción "Il Mare Calmo Della Sera". En 1995, grabó lo que se convertiría en uno de sus mejores éxitos: "Con Te Partiro", también conocido como "Time to Say Goodbye". Varios años más tarde, lanzó la canción a dúo con Sarah Brightman, una cantante soprano inglesa de crossover clásico, que resultó ser uno de los sencillos más vendidos de todos los tiempos.
También es conocido por su dúo con Celine Dion, "The Prayer", interpretado por primera vez en 2011 mientras grababa su álbum en vivo Concerto: One Night in Central Park. Desde entonces, tanto Dion como Bocelli han cantado la canción con otros socios musicales, y varios otros artistas la han versionado.
Durante su actuación en el estadio Bloomfield la cantante pop israelí Shiri Maimon tuvo el honor de interpretar "The Prayer" a dúo con Bocelli. Si bien su espectáculo nos dio una mirada de cerca al ícono italiano y su hermosa voz, el tenor ciertamente está envejeciendo y algunas de sus habilidades vocales están comenzando a perder lentamente su excelencia.
Sin embargo, el encanto de Bocelli hipnotiza a la multitud y lleva al público a un viaje cautivador durante toda la actuación. Aparte de sus tonos y técnicas cansadas, el sistema de amplificación en el estadio Bloomfield tampoco lo ayudó. Más aún, Bocelli aterrizó en Israel sólo tres horas antes de la actuación, sin dejar tiempo para ensayar con la Orquesta Filarmónica de Israel.
La actuación en sí fue realmente espectacular, con muchos accesorios y apariciones como invitados, incluido su hijo Matteo, su hija menor Virginia, que cantó "Hallelujah", de Leonard Cohen, un flautista, un conjunto de bailarines y, por supuesto, Maimon.
Salí del estadio con sentimientos encontrados. De hecho, fue un espectáculo grandioso, pero la multitud se fue sintiéndose bastante indiferente, tal vez incluso un poco decepcionada. Hay muchos artistas con voces únicas, muchas estrellas que son más excepcionales que él. Aun así, a pesar de todos los aspectos negativos, el carisma personal y musical de Bocelli no puede pasarse por alto.
