Linoy Ashram, campeona olímpica y considerada la atleta más importante de la historia del Estado de Israel, decidió retirarse de la práctica deportiva a los 22 años, apenas ocho meses después de colgarse la medalla de Oro en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
En su corta carrera deportiva la israelí ganó diversas consagraciones en gimnasia artística que rompieron con la hegemonía de Rusia en esta disciplina. Es la primera y única mujer israelí que ganó un oro olímpico, una conquista reservada para otros dos deportistas hombres: Gal Friedman (Vela en Atenas 2004) y Artiom Dolgopiat (Gimnasia Artística en Tokio 2020).
Además de ser la campeona olímpica, Ashram es campeona vigente de Europa y subcampeona mundial. En sus cinco años de competencias obtuvo 123 medallas, entre ellas 12 en campeonatos del mundo y 6 en campeonatos europeos, una marca que una gimnasta israelí difícilmente pueda alcanzar en los próximos años.
Tras la decisión de retirarse, la federación israelí de gimnasia le ofreció a Linoy Ashram un puesto en el cuerpo técnico de la selección israelí de gimnasia artística. Allí podría trabajar con Ayelen Zusman, la entrenadora que la acompañó en su carrera deportiva.
Hili Tropper, ministro de Cultura y Deportes, se expresó sobre el retiro de Ashram y la definió como “una figura ejemplar del deporte israelí que consiguió logros sin precedentes, coronados por una medalla de Oro en los Juegos Olímpicos”. El ministro destacó que “más allá de ser una atleta destacada, pude conocerla personalmente y es una persona especial, cariñosa y generosa”.
“Linoy deja una carrera gloriosa para el deporte israelí y es un modelo para jóvenes que practican deportes y la ven como una figura inspiradora. ¡Gracias y éxitos en tu camino!”, agregó Tropper.
