El ex judoca iraní que representa en la actualidad a Mongolia, Saeid Mollaei, ganó hoy (martes) una medalla de plata tras perder en la final olímpica de hasta 81 kg ante el japonés Takanori Nagase.
Después del combate, Nagase demostró sus honores por Mollaei, a quien saludó largamente e incluso alzó su brazo considerándolo también un ganador de la competencia. Horas antes, Mollaei se había asegurado un lugar en el podio tras ganar la semifinal ante el austriaco Shamil Borchashvili.
El austriáco es quien dejó fuera de la competencia esta mañana al judoca israelí Sagi Muki en instancia de cuartos de final. "Gracias a todos los israelíes que me apoyaron, esta medalla está dedicada también a ellos, y espero que los israelíes estén felices por este triunfo", expresó Mollaei a Ynet después de ganar la medalla, y cerró su saludo con un agradecimiento en hebreo: "Todah" (gracias).
Mollaei También se refirió a la decepción por la derrota de Sagi: “Lamento lo de Sagi. Me hubiese gustado pelear con él. Tal vez sea la próxima. Espero volver a Israel el año que viene".
Mollaei participó en febrero de este año del Grand Slam de Tel Aviv, donde protagonizó un momento histórico al pelear en suelo israelí tras su partida de Irán. En 2017, Mollaei viajó al Campeonato del Mundo de Tokio y nunca volvió a su país, en desacuerdo con las medidas de boicot que impulsaba la federación iraní: lo forzaron a perder deliberadamente las semifinales de la competencia para no enfrentarse a Muki, y posteriormente le prohibieron compartir el podio con el atleta israelí.
El iraní decidió huir a Alemania, denunció la situación ante la Federación Internacional de Judo y provocó la suspensión de la federación iraní. Meses después recibió una oferta para representar a la federación de Mongolia y en su regreso a la actividad se tomó una amistosa foto con el israelí Muki que recorrió el mundo.