En el año 2009, la red LOGO de Estados Unidos lanzó un nuevo reality show, presentado por la más importante de las drag queen en ese país: RuPaul Charles. En dicho programa, las reinas del drag compiten por el título de “próxima reina del drag de Estados Unidos”. En ese entonces, la audiencia estadounidense no entendía el poder que tenían los hombres que andaban por ahí con pelucas y zapatos de tacones altos. Las reacciones al programa fueron tibias, y creció sobre todo entre el público queer y LGTB.
Una década después, el “RuPaul: Carrera de Drags” se convirtió en un imperio económico y en una corriente popular. Pasó a ser una moda dominante con nada menos que nueve premios Emmy, una corte de admiradores global y muy diversa, y las reinas del drag están más ocupadas que nunca. Y lo que es bueno para el mundo, también es bueno para Israel, por lo que últimamente hubo una suerte de tren aéreo de reinas legendarias del mencionado concurso que van al Estado judío y llenan discotecas famosas como Haomán 17 (con locales en Tel Aviv y en Jerusalem) y Reading 3 (de Tel Aviv). Hay cada vez más entusiastas del drag, así como nuevos intérpretes (performers) que aparecen todas las semanas en discotecas y en redes sociales. Parecería que todo el mundo quiere subirse al tren del drag y sentir el sabor del fenómeno, que ha adquirido dimensiones jamás vistas en Israel.
“Pienso que desde el momento en que el ‘RuPaul: Carrera de Drags’ estuvo disponible en Israel, en el servicio de video bajo demanda o televisión a la carta (VOD, según la sigla en inglés), el fenómeno se abrió a todos. RuPaul estalló como una bomba en todo el mundo, y no sólo en Israel. Hay reinas que viajan al Líbano, a la India, a Japón y a Filipinas. El drag pasó de las pequeñas discotecas a los escenarios de espectáculos gigantescos. En Estados Unidos consideran a las reinas como artistas del drag. Hay muchísimas reinas que hacen unipersonales (stand-up, en inglés), música y espectáculos de contenido variado, que inauguran desfiles de moda como la de Moschino y algunas que tienen incluso una marca de maquillaje”, explica Dekel Lazimi Lev, productor de espectáculos drag, fotógrafo y montador de video, que ya ha traído al país a un número considerable de reinas drag para actuar en espectáculos cuyas entradas se agotaron rápidamente.
“Nunca pensé que iba a traer a reinas drag a Israel”, reconoce Lev. “Hasta que fui el productor de Alaska y de Manila. Esta última me conocía y fue muy generosa conmigo. Y, por su parte, Alaska expresó su interés en venir a Israel”, cuenta de sus inicios como importante productor de grandes eventos de drag. Había estado activo en ese terreno desde hacía años, durante los cuales sacó fotos, hizo videos y montó decenas de videoclips de reinas icónicas. Entre ellas, Manila Luzon, Alaska, Angela y Eureka O’Hara. Dekel también es uno de los fundadores de la empresa One Night Only, responsable de traer a Bob the Drag Queen y a Detox, estrellas icónicas de drag con millones de seguidores que llegaron a Israel y llenaron las discotecas.
- ¿Cómo llegaste a estar en el centro de este tipo de producciones?
– Publiqué un mensaje en un grupo que tenía admiradores israelíes de RuPaul en Facebook, y pregunté quién vendría al espectáculo de Alaska en Israel. Hubo cientos de comentarios y me gusta, que demostraron el interés que había. Menos de 24 horas después de que se abrieran las taquillas, no quedó ni una sola de las mil entradas que se habían puesto a la venta, por lo que de inmediato decidimos montar otro espectáculo. Poco después de que Alaska se fuera de Israel, ya habíamos acordado con otras tres reinas del drag del programa de RuPaul, porque nos dimos cuenta de que había una demanda extraordinaria. Y, efectivamente, las entradas para todos los espectáculos se vendieron muy rápido.
Entretener, liberarse y trasponer límites
El “RuPaul: Carrera de Drags” acompaña a los concursantes en todas las etapas de preparación para los desafíos, las tareas y el desfile en la pasarela al final de cada episodio. Y centra el foco en los valores que hay detrás del drag. Pero lo que lo diferencia de otros programas de reality de este tipo es el hecho de que se basa en el peso histórico-cultural de la comunidad LGTB: valores de libertad y de liberación, de trasponer límites y de cuestionar las normas existentes. La identificación del público con estos valores honra el arte del drag que ha existido durante décadas, pero quienes lo practicaban fueron durante mucho tiempo víctimas de estigmas y de desprecios, a los que el programa contribuyó a poner fin.
“A diferencia de cualquier otro reality, en éste se manifiesta el talento y la singularidad de la persona, y resalta un lenguaje artístico nuevo para muchísima gente”, indicó el israelí Tal Kaley –comediante y actor de teatro, televisión y cine–, a quien cuando tenía sólo 16 años concibió y creó el personaje de drag queen llamada "Talula Bonet”, una de las más antiguas y conocidas de Israel. “No es que haya habido una explosión demográfica de reinas drag. Hay muchos valores añadidos que se agregan al programa”, señala. “También en el drag israelí hay muchos géneros –alternativos o tradicionales–, e incluso las diferentes líneas se dividen en noches y estilos diferentes y variados”.
“Por todo esto, el drag israelí está en proceso de florecimiento”, explica. Y agrega que “esto fue más allá de los límites de la comunidad y se desarrolla en direcciones nuevas e interesantes. Tenemos artistas (performers) de 18 años y de 50; en Israel hay mucha variedad, y todo a un nivel muy alto”. Y todas las reinas que vienen a Israel tienen, antes de su actuación, muy buenos teloneros con numerosos artistas israelíes de las diversas corrientes de drag. Desde el alternativo y el gótico, hasta quienes llevan ropas con mucho brillo o las que hacen el ejercicio que lleva el nombre de spagat (una figura o posición física en la que las piernas están abiertas, alineadas una con otra y extendidas en direcciones opuestas formando un ángulo de 180 grados o más). Los espectadores de la "Carrera de Drags" conocen todas estas corrientes. Y surge la pregunta acerca de cómo se dio un salto de nivel tan grande en el mundo del drag israelí. ¿Cómo en pocos meses se produjeron más espectáculos, y con un público entusiasmado, que los que hubo en los últimos diez años?
“Es importante saber que el drag israelí siempre ha existido, y fue siempre muy bueno”, comenta Kaley. “Durante años viajamos, y estuvimos en muchas ciudades de todo el mundo; nos invitaban a muchísimos lugares porque querían ver el drag israelí. Dicho esto, pienso que a raíz del mencionado programa de televisión de EE.UU. hubo mucha demanda de drag. Y no era sólo una demanda de drag, sino una necesidad real de expresarse a sí mismos y de expresar su personalidad a través de este arte. Se trata también de una necesidad que el propio programa muestra, de celebrar la liberación y la expresión personales. Además, como consecuencia del éxito del programa, mucha gente me dice ‘sí, me encantaron tus espectáculos, pero de repente entiendo lo complejo que es, hasta qué punto no es sencillo. Sólo ahora me doy cuenta de que esto es más que una peluca y un vestido, y después subir al escenario; esto requiere un costo material, así como un precio personal por liberarse y por ser libre”.
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"Esto es más que una peluca y un vestido, requiere un costo material, así como un precio personal, por liberarse y ser libre".
(Eran Levy)
Vienen por el programa y se quedan porque el drag israelí es excelente
De todos modos, da la impresión de que no fue el mundo del drag israelí el que dio un vuelco revolucionario, sino que el que ha cambiado y se ha abierto fue precisamente el público. Kelay explica: “Simplemente, ahora hay cada vez más personas que buscan un escenario y otras que quieren espectáculos de este tipo. También hay un montón de nuevos carriles que crean un público que se conecta con ellos. Y por supuesto, el público aumenta después de haber visto el citado programa de Estados Unidos. La gente vendrá a ver el espectáculo por el programa, pero se quedará porque el drag israelí es excelente. En el momento en que el público ve algo bueno, reacciona, le gusta y se ríe. Hoy en día hay una gran apertura al respecto, pero la pregunta es hasta qué punto puede pasar a formar parte del mainstream.
“Cuando hice el espectáculo Pelucas Sagradas, nos dirigimos al público más conservador”, recuerda. “Salíamos de Tel Aviv y llegamos a un público que no conocía el género, e hicimos que lo conocieran y les gustara, y espero que esto ocurra cada vez más en Israel”. Kelay señala otras tendencias de cambio que se han producido en los últimos años como consecuencia del programa estadounidense: “Antes, cuando nos subíamos a un escenario y hacíamos un espectáculo, nos poníamos lo que podíamos conseguir en las tiendas; pero ahora hay diseñadores de ropa que trabajan especialmente para el drag. Y también diseñadores de pelucas. Asimismo, la cuestión del maquillaje ha crecido a niveles alucinantes como consecuencia de RuPaul”.
Los drag kings aún están muy por detrás
Parece, sin embargo, que no todo es color de rosa en la ola de drag que inunda el mundo. “Con todos los elogios que merece, pienso que sucedió algo menos positivo como consecuencia del programa de la televisión estadounidense. Éste crea reinas de acuerdo con las opiniones y los gustos de RuPaul. Él no es la única reina drag veterana en Estados Unidos, pero lamentablemente no les da espacio a reinas del drag que crecieron con él. Y por supuesto no les da lugar en el escenario a los reyes del drag, no habla de ellos y no los toma en cuenta”, dice Kelay.
La "Carrera de RuPaul" pretende ser “la olimpiada del drag’”, pero hace años que se niega a incorporar a reyes del drag. Es decir, mujeres que vestidas de hombre hacen lipsink (playback en inglés, vale decir que los artistas mueven los labios simulando que cantan o hablan en vivo) en el escenario. Tamara Movshovich, que hace más de dos años actúa como rey del drag con el espectáculo que lleva el nombre de Sirup Maplethorp (expresión compuesta con los términos que significan “jarabe de arce”), cuenta: “Consumí muchos años de drag, pero no me veía a mí misma allí porque no veía kings (reyes). No tenía ningún modelo. Durante años ni siquiera supe que hay algo llamado drag king".
“Una de las cosas con las que más tienen que lidiar los drag kings hoy en día es la pregunta ¿cómo hago que el público amplio me acepte en general y no sólo como alternativa?”, señala Movshovich. “No es que haya competencia entre reyes y reinas drag; hay muchas cosas sumamente positivas que se hacen juntos, pero no se sobreentiende que trabajemos en colaboración. En general, es el público el que compara. Pienso que en cierta medida yo, como drag king, tengo que esforzarme más para demostrar que formo parte de este mundo en la misma medida que las drag queens”.
Del escenario al museo
–¿Hacia dónde se va a partir de aquí?
–El próximo verano (en el hemisferio norte) tendrá lugar aquí un evento único, y el súmum será la presentación de Bianca del Río, una de las drag queens más famosas del mundo, que surgió a partir del programa estadounidense. Es una reina que en general no hace espectáculos en discotecas, y aquí se presentará en la prestigiosa sala de conciertos de Tel Aviv que lleva el nombre hebreo de Heijal Hatarbut (Sala de la Cultura) con un espectáculo unipersonal (de stand-up). Además, en agosto vendrán a Israel cinco reinas drag de RuPaul para participar en un espectáculo musical con una banda en vivo. Son cosas que no se veían antes.
También Tamara se refiere a nuevas direcciones que está tomando el drag: “Pienso que lo siguiente es que el arte del drag tendrá cierta validez no sólo como entretenimiento, como un espectáculo y en fiestas, sino que tal vez también llegue a los museos, y se convierta en un arte en sí mismo”.
Kelay se plantea preguntas sobre el futuro del drag. “Me interesa muchísimo saber que esto no es sólo una moda”, señala. “A lo largo de los años he visto tantos drag queens y drag kings que surgían y después desaparecían porque consideraban que lo habían hecho todo y no tenían más para dar. Es interesante ver qué es lo que querrá el público, cuál será la próxima tendencia y qué vendrá después. Yo me quedo en el drag mientras me siga interesando. Y ahora me interesa, ya sea para llevar a mi personaje a lugares de música y de clips, o incluso al teatro. La cuestión es cómo llevarlo adonde uno quiere, al lugar en el que te divierte estar y lo pasas fenomenal”.
Glosario:
Drag queen: Artista masculino que actúa vestido con atuendos propios de mujer (peluca, zapatos de plataforma, etc.) y exhibe maneras exageradamente femeninas. La expresión viene del vocablo inglés drag, que significa “arrastrar” y hace referencia a las largas faldas y vestidos que llevaban los actores masculinos que se disfrazaban de mujeres en la segunda mitad del siglo XIX. Y el término inglés queen significa “reina”.
Performer: El intérprete de una performance o acción artística, una muestra escénica presentada a un público dentro de un contexto de bellas artes, tradicionalmente interdisciplinario.
Queer: Actualmente hace referencia a aquellas personas que quieren vivir libremente, sin etiquetas, sin esconderse y sin ser discriminadas por ello.
Mainstream: Corriente popular o moda dominante.
