A Inbar, de ocho años, le gusta refrescarse en la pequeña piscina de su jardín, en Israel, con su compañera de natación favorita: su mascota pitón.
La serpiente amarilla, de 11 pies (casi 4 metros de largo), llamada Belle, es una de las muchas mascotas de su familia, que viven felices en un santuario de animales en una comunidad agrícola en el sur de Israel.
Recibió su nombre en honor a Belle, el personaje femenino de la popular película animada de Walt Disney, La Bella y la Bestia, que se pone un vestido amarillo en una famosa escena de baile de la película.
Inbar dijo que Belle es una buena compañía para un bloqueo por coronavirus que en Israel ha mantenido cerradas las escuelas durante las últimas semanas.
"Me ayuda a pasar el tiempo porque realmente me gusta pasar el rato con serpientes y, a veces, las ayudo a mudarse (de la piel) y las ayudo a ser felices durante el coronavirus", señaló Inbar.
Sarit Regev, la madre de Inbar, comentó que tanto la niña como su mascota crecieron juntas."Inbar se crió con todos estos animales y se crió con las serpientes. Cuando Inbar era pequeña, nadó dentro del baño con la serpiente y ahora ha crecido y la serpiente se hizo más grande, así que nadan juntas en la piscina. Es muy natural para nosotros", añadió.
"Hay personas que dicen: 'estás loca, ¿cómo puedes hacerlo? No amas a tus hijos'", señaló Regev, y añadió: "Es hermoso vivir así. Cuando un niño crece con animales se convierte en una persona que ama a otras personas, se convierte en una persona que se preocupa por los demás y no sólo por sí mismo", finalizó la madre de la niña.