La famosa cadena de hoteles de lujo Kempinski inauguró este martes su primer local en Israel.
El lujoso David Hotel Kempinski de Tel Aviv tiene 34 plantas y está situado frente a la impresionante playa de la ciudad.
Cuenta con 250 habitaciones, desde suites ejecutivas hasta habitaciones pequeñas destinadas a parejas y otras compartidas para familias.
Incluso sus habitaciones más básicas, de 37 metros cuadrados, están entre las más espaciosas que ofrecen los hoteles de Tel Aviv.
En consonancia con su posición de lujo, los precios de las habitaciones para dos noches con desayuno incluido empiezan en 4.300 shekels (1.332 dólares) y los alojamientos más lujosos pueden alcanzar los 10.000 shekels (3.100 dólares) para dos noches. El hotel estará completo para el próximo mes.
La corona del hotel es su suite David Penthouse, que se extiende por tres plantas y ocupa 450 metros cuadrados. En la primera planta hay un dormitorio principal, una cocina privada, un despacho, una sala de estar, un espacio para invitados y un baño con sauna.
La segunda planta cuenta con un dormitorio adicional y un minigimnasio rodeado de ventanas de cristal que ofrecen una vista panorámica de Tel Aviv.
La tercera posee una ornamentada piscina infinita de 8 metros de largo con una variedad de muebles y accesorios.
El hotel no pudo comprometerse a fijar el precio de la suite, ya que depende de las necesidades y peticiones de los huéspedes, pero se calcula que será de decenas de miles.
Los huéspedes alojados en las suites tienen acceso a su piscina exclusiva, con vistas a la costa. Además, cuenta con tres restaurantes y un bar con vistas panorámicas.
Los hoteles Kempinski son conocidos como algunos de los más lujosos del mundo. El local de Tel Aviv se suma a otros 80 en todo el mundo.
Este nuevo centro de alojamiento pretende mejorar el servicio al cliente investigando a los huéspedes antes de su llegada, según la dirección del local, siguiendo sus cuentas de Instagram. Esperan que esto les permita ofrecer agradables sorpresas personales a sus huéspedes.
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La piscina infinita de la tercera planta de la suite del ático del Kempinski.
(Shiri Hadar)
El personal procede de 18 países diferentes y habla varios idiomas.
