Amit Eshel, un fotógrafo de naturaleza de Kfar HaHoresh, ganó el primer lugar en el prestigioso concurso de fotografía "Nature's Best Photography". En esta edición la competencia recibió unas 25.000 fotos de 63 países de todo el mundo.
Eshel ha estado fotografiando la naturaleza profesionalmente durante 4 años. En el 2018 viajó a Noruega con sus dos mejores amigos, con el objetivo de fotografiar a un buey almizclero. Para lograrlo atravesó un crudo y desafiante invierno.
El animal, originario de la tundra, puede alcanzar hasta 2,3 metros de longitud y 1,5 de altura, así como un peso máximo de 400 kg. "Es un verdadero sobreviviente de la Edad de Hielo. Se encuentra solo en el Ártico y su pelaje es el más largo y cálido de todos los animales", declaró el ganador de uno de los premios de fotografía silvestre mas importantes del mundo.
La nieve era tan profunda que los tres hombres debieron usar unas sandalias especiales que les permitiera dividir su peso y no hundirse.
"Después de caminar durante unas horas en las montañas, pudimos ver un pequeño rebaño de bueyes. A la distancia, parecían rocas dispersas en la nieve", detalló.
El fotógrafo señalo que una de las cosas que mas le llamó la atención fue el "fuerte vínculo y afecto entre la madre y su cría, la fricción de las cabezas y los juegos, así como su peculiar forma de lidiar con los intensos vientos que prevalecieron ese día". "Tener la oportunidad de observar los compartimientos e interacciones entre estos animales es algo muy poco común", señaló.
Sobre la foto que se llevó el primer premio reconoció: "pude captar un momento extremadamente especial".
Según Eshel, el mayor desafío en el viaje fue lidiar con las condiciones de frío extremo y la máxima exigencia física que demandó. El mantenimiento de la temperatura corporal es esencial para esas travesías y los guantes son un objeto primordial para hacerlo. "Quitarse los guantes incluso por poco tiempo puede causar congelación", mencionó.
Después de pasar unos días con el buey almizclero, el grupo regresó a Israel. "Los increíbles animales nos hicieron sentir como si estuviéramos en los tiempos de la edad de hielo", recuerda.
"Es muy importante estar atento al lenguaje corporal de los animales y no causarles presión innecesaria acercándose demasiado. Si los respetamos, a menudo se sentirán cómodos y se comportarán naturalmente. Eso es lo que estamos buscando obtener", señaló. "Comprender el comportamiento ayuda a anticipar lo que el animal puede hacer y estar preparado para ello", concluyó.