Una película ficticia ambientada en la antigua ciudad jordana de Petra, ha despertado una indignación generalizada ya que en la misma, se muestran vínculos históricos judíos con el lugar. Esto incitó al gobierno a suspender la producción del film
Basada en el libro que lleva el mismo nombre, la película “Jaber” sigue la historia de un niño jordano que descubre una piedra con una inscripción hebrea en la ciudad de Petra. Entonces, intenta venderlo al mejor postor, pero desde Israel se enteran del hallazgo y envían a un grupo del crimen organizado ruso para perseguir al niño y recuperar la piedra de cualquier modo.
Oponentes al film expresaron que simplemente mencionar una presencia judía histórica en Jordania, podría abrir la puerta a un reclamo territorial israelí.
Si bien es poco probable que pueda llegar a ocurrir eso, las preocupaciones reflejan la hostilidad que sienten los jordanos hacia Israel, a pesar del acuerdo de paz que existe entre ambos países desde 1994.
“Cualquier cosa que se diga sobre la historia judía en Jordania, podría conducir a reclamos políticos”, sostuvo Ali Elayan, quien debía interpretar a un oficial de policía jordano en la película pero se retiró, “eso es lo que sucedió en Palestina”, afirmó el actor.
Desde la firma del histórico acuerdo de paz, Israel y Jordania han desarrollado vínculos discretos pero estratégicos en materia de energía, agua y seguridad.
Pero la relación entre ambos países se ha puesto algo más tensa, cuando el año pasado, el rey Abdullah II decidió no renovar partes del acuerdo respecto al acceso a las tierras agrícolas.
Así mismo, dos años atrás se vivió una crisis diplomática, cuando un guardia de la Embajada de Israel en Amman disparó a dos jordanos, afirmando que él había sido atacado previamente con un destornillador. Luego del incidente, Israel cambió a su embajador y expresó “profundo pesar” por lo sucedido.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel no quisieron hacer declaraciones acerca de la controversia generada por la película. Es que a pesar de que existe una amplia evidencia arqueológica de presencia judía en la zona, solo un sector de extrema derecha de la sociedad israelí busca ambas orillas del río Jordán como parte de Israel. La abrumadora mayoría de la población israelí no reclamaría tierras jordanas, y valora mucho el acuerdo de paz entre ambos países.
La película estaba programada para comenzar a filmarse este mes, cuando los actores comenzaron a abandonar sus roles y comenzaron a expresar sus críticas a través de las redes sociales, lo que generó una protesta pública masiva.
De este modo, el gobierno exigió que el director, Muhyiedeen Qandour, dejara de filmar hasta que una comisión oficial estudie el guión y haga recomendaciones al respecto. Todavía se desconoce cuánto tiempo puede llevar eso.
Qandour, por su parte, dijo que la película no tiene matices políticos, y rechazó las críticas acera de que podría llegar a generar reclamos territoriales israelíes: “El argumento de algunos sobre la película es simplemente ingenuo e incluso infantil”.
“No estamos en contra de los judíos como judíos, pero estamos en contra de Israel como una potencia ocupante que usa la religión para tomar la tierra de otros”, dijo Sari al-Assad, ex jefe de la Asociación de Actores de Jordania, quien se opuso a la película y presionó para la suspensión de la misma.
