La aplicación SAFE, de la startup israelí GlobeKeeper Tech Ltd., diseñada para rastrear la proximidad a pacientes con coronavirus, está causando preocupación en Estados Unidos. La compañía se encuentra en negociaciones para vender la aplicación a gobiernos estatales y empresas privadas. El producto principal de GlobeKeeper es un protocolo de comunicaciones seguro que permite a las organizaciones de seguridad, como la policía y los militares, imbuir dispositivos civiles como teléfonos inteligentes con encriptación de grado militar para comunicaciones estratégicas, tácticas y operativas.
La compañía con sede en Tel Aviv desarrolló la aplicación SAFE en paralelo al desarrollo de la aplicación de rastreo de proximidad Magen del Ministerio de Salud de Israel, pero las dos son muy diferentes. La aplicación Magen se basa en el código fuente abierto, mientras que SAFE es completamente propietaria.
Según el cofundador y CEO de GlobeKeeper, Dan Peleg, la aplicación cumple con todos los estándares de privacidad de la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), que se considera una de las más estrictas del país. Dicho esto, no es una ley federal y no se puede implementar en otros estados. No existe una ley de privacidad a nivel federal.
La aplicación de rastreo SAFE funciona con la tecnología bluetooth de un teléfono inteligente o tableta para comunicarse con otros dispositivos bluetooth dentro del alcance. SAFE genera identificadores anónimos únicos cada 15 minutos y carga la información en una base de datos pública. Los datos se almacenan en el dispositivo del individuo, con eliminación después de 21 días.
“Los datos son básicamente públicos. Entonces ni siquiera el gobierno los posee. Está sentado en la nube, públicamente. Son identificadores únicos al azar que no incluyen información personal", dijo Peleg en una entrevista reciente.
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La aplicación de rastreo SAFE funciona con tecnología bluetooth de un teléfono celular o tablet.
(Ynet)
Jon Garon, director del Programa de Derecho de Propiedad Intelectual, Ciberseguridad y Tecnología de la Universidad Nova Southeastern, dijo que está particularmente preocupado por el uso de la aplicación por parte de actores privados no estatales. Si bien las agencias gubernamentales están sujetas a la supervisión pública para evitar el mal uso, hay empresas privadas que no tienen los mismos controles.
"Como una cuestión de protección de los empleados, es completamente inapropiado dar a las empresas este tipo de poder sobre los datos de salud de sus empleados", dijo Albert Cahn, director ejecutivo del Proyecto de Supervisión de Tecnología de Vigilancia (S.T.O.P. por sus siglas en ingles).
Las aplicaciones de rastreo de pacientes se han vuelto cada vez más comunes en los últimos meses, pero carecen de un marco legal internacional unificado para supervisar su uso. Cada país tiene su propia legislación local e incluso en Europa, cambian de país en país. En Israel, el uso del rastreo telefónico por parte de la agencia de seguridad interna Shin Bet se encontró con una resistencia feroz, lo que a su vez condujo al desarrollo de la aplicación Magen descargable voluntaria, que hasta ahora ha sido instalada por dos millones de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población de Israel.
