Robert Antokol, cofundador y director ejecutivo de la empresa de juegos móviles con sede en Israel Playtika Ltd., fundó la compañía en 2010 junto con Uri Shahak. Ambos comenzaron a trabajar en oficinas ubicadas arriba de una lavandería y empleaban a solo diez personas. El viernes, Playtika se convirtió en la compañía de juegos israelí más grande que cotiza en Nasdaq, con una valoración de 11.7 mil millones de dólares, y emplea a 3.700 personas, distribuidas en 19 ubicaciones diferentes en todo el mundo.
"Nuestro objetivo es que Playtika sea la compañía de juegos más grande del mundo", dijo Antokol en una entrevista con Calcalist. "Ahora, después de diez años de trabajo, sentimos que queremos mostrarle al mundo qué es Playtika", añadió.
Antokol, que hasta hace poco tiempo prefería mantener la discreción respecto de la actividad de la empresa, se percató de que Playtika había llegado a un punto sin retorno, lo que requería su cotización en bolsa para permitir su crecimiento. También se dio cuenta de que le costaría una exposición a la que no estaba acostumbrado. El impulso para cotizar en bolsa fue dado por el accionista mayoritario de Playtika, el consorcio chino Alpha Frontier, que vendió 1.3 mil millones de dólares de las acciones de la compañía como parte de la OPI (oferta pública inicial de acciones) de Playtika. Alpha Frontier adquirió la firma israelí en 2016 por 4.4 mil millones de dólares.
"Antes de la OPI, confiábamos en el flujo de caja que generábamos", dijo Antokol, "pero tenemos la capacidad de ser un jugador mucho más grande, y es por eso que necesitábamos convertirnos en una empresa que cotiza en bolsa. La preferencia de la compañía por mantener la privacidad tiene mucho que ver con mi carácter personal. Valoro mi privacidad y prefiero concentrarme en hacer y no en relaciones públicas. Pero me doy cuenta de que el aspecto público ahora también forma parte del carácter de la empresa. Me alegro de que este proceso haya quedado atrás, y me alegro aún más de las reacciones que hemos recibido de nuestros inversores estadounidenses”, señaló.
Emigró a Israel a la edad de seis años.
Antokol no es exactamente el arquetipo del techie israelí promedio. Emigró al país a la edad de seis años desde Letonia, y se instaló en el norte de Israel, en Kiryat Bialik, donde vivió hasta los 26 años. A pesar de sus antecedentes, parece que la participación del 2,6% que tiene en Playtika, que está valorada en 306 millones de dólares al momento de cotizar en bolsa, no lo emociona mucho, ya que realizó salidas a la bolsa en tres oportunidades.
"Realmente no lo pienso, no es como si estuviera en un lugar diferente ayer", dijo Antokol sorprendentemente. “Pero para nuestros más de 3.000 empleados, un tercio de los cuales son israelíes, que ahora recibieron opciones sobre acciones, es increíble. Es maravilloso para ellos y para la economía israelí. En ese contexto, es importante mencionar que el 80% de las personas que empezaron a trabajar conmigo en ese entonces, todavía están con nosotros ahora, incluso después de que la empresa haya completado tres salidas a la bolsa. Y a pesar de que el mundo entero está tratando de contratarlos, se quedaron para luchar conmigo”, agregó.
“Fuimos una de las primeras empresas que volvió a trabajar en nuestras oficinas (después de que se levantó el confinamiento obligatorio), ya que estar juntos es parte del ADN de la empresa y también tenemos la responsabilidad de la vida económica que nos rodea”, manifestó el ejecutivo. “Las empresas de tecnología a veces viven en una burbuja, pero para nosotros siempre estuvo claro que seguimos siendo parte de nuestro entorno y de la comunidad. Por eso Playtika se ha mantenido en Israel, con un liderazgo israelí, a pesar de que sus accionistas han cambiado", añadió.
"La reducción de la pandemia tendrá un efecto menos dramático en nuestras operaciones"
Aunque el brote de coronavirus eliminó algo de ese sentimiento de unión, contribuyó a un aumento del 28,5% en los ingresos de la empresa. En el mundo del juego, muchos temen que la demanda de los productos de la industria disminuya a medida que el mundo salga de la crisis de salud global.
Sin embargo, Antokol no está muy preocupado por esto. “Es difícil predecir el futuro, y es importante recordar que Playtika creció constantemente y era rentable antes de la pandemia. A pesar del enfoque en el crecimiento de la empresa durante la crisis sanitaria, este no es un período excepcional para las actividades de la firma. No es que de repente estemos viendo una montaña de ingresos. Siempre hemos tenido un flujo de caja positivo, y las fluctuaciones hacia la derecha o la izquierda no tendrán un efecto dramático en nuestras operaciones", sostuvo.
Antokol tampoco está demasiado preocupado por las deudas de la empresa por un valor de 2.400 millones de dólares. “El tamaño de nuestra deuda no es dramático en comparación con el tamaño de la empresa. La tecnología que hemos construido durante los últimos diez años es lo que nos llevará hacia adelante, y es lo que ha crecido y seguirá aumentando nuestras adquisiciones. Nuestra experiencia nos permitirá hacer crecer la empresa en tres meses, no por el tráfico de usuarios, sino por la tecnología que hemos desarrollado. Es como pasar de conducir un Toyota a conducir un Mercedes en tres meses”, explicó.
Además, Antokol y el resto de su equipo directivo superior utilizan un avión privado para las reuniones en el exterior. “Visito cada una de nuestras 19 oficinas en todo el mundo al menos dos veces al año para transmitir mensajes importantes a los empleados directamente como CEO”, dijo. “A pesar de eso, todavía llevo a mi hijo a la escuela en un scooter”, agregó.
