Inventores israelíes desarrollaron una mascarilla que permite comer sin necesidad de quitarse la protección facial, lo que permitiría reducir el riesgo de contagio de coronavirus ante una apertura de restaurantes.
A través de un control remoto, una pequeña palanca o bien de manera manual, se acciona un mecanismo y se abre una ranura en la parte delantera de la mascarilla, a la altura de la boca y que permite el paso de la comida.
“Se puede abrir de manera automática cuando el tenedor se acerca a la boca”, aseguró Asaf Gitelis, uno de los desarrolladores de esta patente que exhibió el producto este lunes en Tel Aviv.
Los impulsores de este proyecto estiman que en unos meses podrían comenzar a fabricar estas mascarillas en serie, y que el costo sería menos de tres dólares más caro que las mascarillas habituales en el mercado israelí.
“Me permite comer mientras la uso, creo que es una herramienta imprescindible”, aseguró Ofir Hemeriri, un hombre de 32 años, tras observar esta novedad en un video demostrativo que le exhibió Reuters.
Ron, de 29, se manifestó menos entusiasmado con la idea y dijo: “Con esta máscara no podría comer helado, gotearía por todas partes y no sería agradable usarlo después de comer”.