Israel está flexibilizando las reglas de exportación de armas cibernéticas ofensivas, a pesar de las acusaciones de grupos de Derechos Humanos y privacidad de que algunos gobiernos utilizan sus tecnologías para espiar a enemigos políticos y aplastar a los disidentes.
Un cambio de reglas por parte del Ministerio de Defensa produce que las compañías ahora puedan obtener exenciones en las licencias de comercialización para la venta de algunos productos a países específicos, dijo a Reuters una fuente cercana al sector cibernético.
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El cambio hace posible que el proceso de aprobación para la venta de armas cibernéticas o spyware sea más rápido
(Shutterstock)
Israel, como otros grandes exportadores de estos productos, mantiene en secreto los detalles de sus ventas de armas y sus reglas de exportación no son ampliamente conocidas, pero el Ministerio de Defensa confirmó que el cambio entró en vigor hace aproximadamente un año en respuesta a cuestionamientos.
Los especialistas de la industria dicen que el cambio hace posible que el proceso de aprobación para la venta de armas cibernéticas o spyware sea más rápido. Estos se utilizan para infiltrarse en dispositivos electrónicos y monitorear las comunicaciones en línea.
Desde el Ministerio de Defensa de Israel afirmaron que el cambio de reglas "se hizo para facilitar un servicio efectivo a las industrias israelíes mientras se mantienen y protegen los estándares internacionales de control y supervisión de exportaciones". Según explicaron, se otorgó una exención de licencia de comercialización solo bajo "ciertas condiciones relacionadas con la autorización de seguridad del producto y la evaluación del país al cual se venderá el mismo", y que las compañías deben tener una licencia de exportación.
El gobierno israelí y las empresas se negaron a comentar qué países vecinos se encuentran entre los clientes de spyware.
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Las oficinas de NSO Group en Herzliya, donde se encuentran muchas empresas de alta tecnología de Israel
(Ynet)
UN MERCADO COMERCIAL EN CRECIMIENTO
Las armas cibernéticas avanzadas fueron desplegadas hasta hace poco solo por las agencias gubernamentales de espionaje más sofisticadas, como las de Estados Unidos, Israel, China y Rusia. Pero ahora ha surgido un gran mercado comercial para herramientas y servicios de piratería, y expertos del gobierno de Estados Unidos, Israel y otros países están jugando un papel importante.
Eso ha traído mayor escrutinio en torno a su compra, venta y despliegue, y las acciones de los gobiernos para regular su comercio.
Compañías israelíes, incluyendo NSO Group, Verint, y el contratista de defensa Elbit Systems, se encuentran entre los líderes a nivel mundial del creciente mercado. Las herramientas de software explotan las vulnerabilidades en teléfonos celulares y otros productos para obtener acceso y espiar a los usuarios.
Consideraciones diplomáticas pueden entrar en juego y ayudar a acelerar las ventas. El profesor de la Universidad de Tel Aviv Isaac Ben Israel, padre del sector cibernético de Israel y presidente de su agencia espacial, explicó que no tiene nada de malo usar la tecnología para formar un vínculo con los vecinos que han rechazado los lazos formales.
"Esta es una herramienta legítima en diplomacia", mencionó.
Las compañías israelíes dicen que cumplen con las reglas de exportación del gobierno y que examinan a los clientes para garantizar que la tecnología sea utilizada con fines legítimos por gobiernos extranjeros.
REGULAR MENOS, CRECER MÁS
El primer ministro Benjamín Netanyahu dijo en una conferencia en junio que había demandas para que, a medida que crece, el sector sea más regulado. "Pero creo que tenemos que correr el riesgo, y es un riesgo considerable, de regular menos para crecer más", sostuvo.
El proceso de aprobación israelí para la exportación de estas armas es más riguroso que en países como Estados Unidos y Gran Bretaña, según afirma Daniel Reisner, de la firma legal Herzog Fox Neeman, la cual representa a muchas empresas israelíes de tecnología. Eso pone a la industria de Israel "en gran desventaja". Bajo el cambio de reglas, el proceso de aprobación puede durar cuatro meses menos, mientras que antes una nueva compañía podía tardar hasta un año en conseguirla.
Globalmente, un acuerdo de exportación de armas de 42 países conocido como el Acuerdo de Wassenaar incluye "software de intrusión" y sistemas de vigilancia de internet. Israel no es parte del acuerdo, pero dice cumplirlo.
NSO declaró que todas sus ventas son aprobadas por el gobierno de Israel. Reisner, quien se desempeña como miembro de un comité de ética en NSO, reconoció que la compañía rechazó voluntariamente negocios por un valor de US$ 200 millones entre 2016 y 2018.