Se sabe como era el hombre de Neandertal y ahora gracias al ADN, científicos israelíes lograron dar cuerpo y rostro a otro de nuestros antiguos primos, el denisovano, desaparecido hace 50.000 años.
De los hombres de Denisova, cuyos primeros restos fueron descubiertos en 2008, los científicos conocían solamente sus dientes, pedazos de huesos y un maxilar inferior. Muy poco para aproximarse a su apariencia.
Los investigadores israelíes de la Universidad Hebrea de Jerusalem, bajo la dirección del profesor Liran Carmel, utilizaron las evoluciones de los bloques de ADN encontrados en esos fragmentos para adivinar cuales genes estaban activados y reconstruir de esa manera la apariencia física de sus lejanos primos.
"Es muy difícil partir de secuencias del ADN para dibujar la anatomía" de su propietario, explicó el jueves el profesor Carmel, al presentar los resultados de sus investigaciones en Jerusalem.
"La policía, en todas partes en el mundo, soñaría con extraer ADN de una escena criminal y poder identificar (físicamente) a un sospechoso", agregó.
Los científicos desarrollaron un nuevo método, "confiable en un 85%". De esta manera, pudieron reconstituir, por primera vez y después de tres años de trabajo, el aspecto general de los denisovanos, añadió.
Pudieron esclarecer 56 diferencias entre este y el hombre moderno, así como con el neandertal.
El denisovano tenía por ejemplo una pequeña frente, contrariamente al hombre moderno, pero similar a la de los neandertales.
"Los denisovanos son más cercanos al hombre de Neandertal que a nosotros en la escala de evolución, por lo tanto, también físicamente", subraya el profesor Carmel.
El científico espera que esta reconstrucción posibilitará autentificar cráneos descubiertos en China hace algunos años y que parecen, por su tamaño y apariencia, pertenecer a la especie extinta estudiada.
Los denisovanos y los neandertales se separaron hace más de 400.000 años, convirtiéndose en especies distintas del género Homo (los Homo sapiens son de otra especie).
Al salir de África, los segundos se dispersaron por Europa y el oeste de Asia, mientras que los primeros se dirigieron hacia el Asia del este.