La Casa Blanca anunció hace pocos días que el gigante chino de drones SZ DJI Technology Co. fue una de las empresas que se agregó a la lista negra económica del gobierno de Estados Unidos. Aunque DJI es una empresa relativamente conocida y de buena reputación en Occidente, la decisión norteamericana le bloquea el acceso al mercado. El gobierno de Estados Unidos afirma que la compañía tiene vínculos estrechos con el ejército chino, permite violaciones de derechos humanos como parte de la opresión de Pekín a la población musulmana uigur en Xinjiang y, lo peor de todo, pone en riesgo la seguridad de los datos de sus usuarios.
En Israel, DJI es considerada una empresa legítima, que utilizan el ejército, la policía y otras agencias de seguridad. La nueva situación suscita dudas. Los drones de la compañía están, según el sitio web de la Fuerza de Defensa de Israel, en uso operativo regular. El papel de los operadores de drones se ha convertido en un estándar en las unidades de campo y se ha convertido en uno de los puestos más deseados por los nuevos reclutas. El dron más común que usa el ejército israelí, según su sitio web, es el Phantom 3 fabricado por DJI, que se utiliza en misiones de protección fronteriza.
Vale la pena señalar que las autoridades estadounidenses también operan drones hechos por DJI. Aproximadamente 800 de ellos están siendo utilizados por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza para ayudar a prevenir la infiltración de inmigrantes ilegales, contrabandistas y delincuentes a través de la frontera sur de Estados Unidos y México.
En enero, el Departamento del Interior de Estados Unidos dijo que pondría en tierra toda su flota de drones fabricados en China y detendría cualquier compra futura de ellos. El Departamento de Justicia también dio un paso similar.
La razón por la que Israel eligió adquirir los drones DJI en lugar de comprar productos especialmente diseñados es simple. En 2017 se emitió una licitación para el desarrollo de drones de fabricación local con capacidades similares, pero aún no se ha completado. Según las fuentes, Elbit Systems ganó la licitación para construir drones “Tzur” que se establecieron para reemplazar una gran parte, y quizás incluso todos, de los fabricados por DJI.
En el pasado, el ejército israelí admitió que cifrar las comunicaciones con los drones DJI es increíblemente difícil y complejo, y advirtió sobre los riesgos de usar dispositivos civiles no seguros en un entorno de combate. Por ahora, los drones chinos continuarán zumbando alrededor de las bases militares, fronteras y campos de entrenamiento israelíes y no está claro cuántos de los datos que recopilan terminarán almacenados en los servidores de Beijing.
Un funcionario de seguridad dijo en un comunicado: “Las FDI utilizan drones DJI que fueron comprados a proveedores israelíes después de un proceso de licitación del Ministerio de Defensa. Se compran como un producto 'listo para usar' y se utilizan para una variedad de propósitos. Las FDI son conscientes de las limitaciones de seguridad de sus datos y su uso está permitido de acuerdo con la naturaleza de la actividad y sus clasificaciones de seguridad".
