Cuatro días después de embarcarse en un viaje a la Estación Espacial Internacional (ISS), la empresa israelí de tecnología alimentaria Aviv Labs anunció que casi todos los garbanzos que envió al espacio brotaron como parte de su misión de hacer viable la horticultura en condiciones de microgravedad.
Al enviar la nutritiva legumbre al espacio, la empresa israelí intenta superar uno de los mayores obstáculos de la vida en el espacio exterior: el cultivo de alimentos.
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Garbanzos germinados en el espacio exterior de camino a la Estación Espacial Internacional.
(Medtronic)
"Nos alegra informar de que la mayoría de los garbanzos brotaron en la ISS. Los sistemas están funcionando como se esperaba y sobrevivieron al lanzamiento", contó Yonatan Winetraub, fundador y director general de Aviv Labs y líder del experimento.
"Hemos recibido imágenes de las semillas brotadas e imágenes que muestran las raíces. Estamos ante los primeros garbanzos que brotan en el espacio", agregó.
La empresa añadió que el ritmo de crecimiento de las semillas es más rápido que el del grupo de control en un experimento concurrente en la Tierra.
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Partes del laboratorio móvil enviado al espacio a bordo de la misión de carga Cygnus.
(GettyImages)
"Hemos recibido imágenes de las semillas brotadas e imágenes que muestran las raíces. Estamos ante los primeros garbanzos que brotan en el espacio"
Yonatan Winetraub, fundador de Aviv Labs
Los investigadores se esforzaron por ocultar su entusiasmo, pero señalaron que no estaban seguros de cómo seguirían creciendo los garbanzos en condiciones de microgravedad.
"Las semillas se empapan en un gel especial compuesto por un fertilizante que aporta nutrición a los garbanzos", explicó. "Los científicos en la Tierra reciben las imágenes directamente a través de una cámara única desarrollada por Medtronic", contó.
El experimento despegó el sábado después de que la nave espacial de carga Cygnus fuera enviada al espacio desde la Instalación de Vuelo Espacial Wallops de la NASA con 8.000 kg (17.600 libras) de carga a bordo, incluido un laboratorio móvil especial que contiene los garbanzos.
Este es sólo uno de las docenas de experimentos que el astronauta israelí, Eytan Stibbe, debía realizar a bordo de la ISS a través del proyecto Rakia.
Sin embargo, el experimento comenzó sin él, ya que su despegue se aplazó hasta finales de marzo.
Los investigadores afirman que el éxito del experimento podría hacer posible la subsistencia en la Luna y otros destinos más lejanos en el espacio.
