Veinte años después de haber planeado la controvertida barrera entre Israel y los palestinos, Dany Tirza está desarrollando una herramienta de seguridad que esta vez no requiere de cemento: cámaras corporales con tecnología de reconocimiento facial.
Tirza, un excoronel del ejército israelí, dice que su empresa Yozmot tiene como objetivo producir una cámara corporal que permita a la policía escanear multitudes y detectar sospechosos en tiempo real, incluso si sus rostros están ocultos.
El reconocimiento facial en el cumplimiento de la ley ha provocado críticas a nivel mundial, y los gigantes tecnológicos de EE.UU. se negaron a proporcionar la tecnología a la policía, alegando riesgos de privacidad.
Sin embargo, sus defensores, entre ellos Tirza, promocionan su capacidad para rastrear criminales o personas desaparecidas.
Tirza, de 63 años, habló con la AFP desde su casa en Kfar Adumim, un asentamiento judío en Cisjordania. Dijo que se asoció con Corsight, una empresa de tecnología con sede en Tel Aviv, para desarrollar una cámara policial corporal que pudiera identificar instantáneamente a las personas en una multitud, incluso si usan máscaras, maquillaje o camuflaje, y que las compare con fotografías que datan de décadas.
El director ejecutivo de Corsight, Rob Watts, no confirmó la colaboración, pero dijo que su empresa trabaja con unas 230 compañías integradas en todo el mundo que incorporaron software de reconocimiento facial en las cámaras.
La tecnología permite a los clientes crear bases de datos, ya sea de empleados de la compañía para que puedan ingresar a un edificio, de compradores de boletos para permitirles el ingreso a un estadio o de sospechosos buscados por la policía, dijo Watts. Señaló que la policía australiana y británica ya estaban probando la tecnología.
Facebook, Microsoft, Amazon e IBM han declarado congelamientos temporales o permanentes en la venta de programas de reconocimiento facial a las fuerzas de seguridad.
Francia ordenó el mes pasado a Clearview, una empresa con sede en EE.UU., que elimine los datos de sus ciudadanos, diciendo que la compañía violó la privacidad cuando creó una base de datos de reconocimiento facial utilizando imágenes extraídas de Internet.
Watts calificó las acciones de Clearview de "abominables" y dijo que Corsight evitó vender sus productos a China, Rusia y Myanmar por "derechos humanos y ética". "Lo que queremos hacer es promover el reconocimiento facial como una tecnología para el bien", sostuvo.
La tecnología de vigilancia desarrollada en Israel tiene un historial accidentado. El Grupo NSO, fundado por veteranos de la inteligencia militar israelí, es el fabricante del software Pegasus que permite espiar teléfonos móviles.
Las autoridades estadounidenses incluyeron a NSO en una lista negra comercial en noviembre, y Facebook y Apple demandaron a la empresa después de que se descubriera el spyware en dispositivos pertenecientes a disidentes y periodistas.
El software de reconocimiento facial israelí también ha recibido críticas. En noviembre, ex soldados israelíes revelaron que habían fotografiado a miles de palestinos para construir una base de datos para un amplio programa de vigilancia de reconocimiento facial en la ciudad cisjordana de Hebrón.
En 2020, Microsoft se desvinculó de la empresa israelí de reconocimiento facial AnyVision, ahora rebautizada como Oosto, por la supuesta participación de la empresa en la vigilancia de los palestinos. El software de Oosto se utiliza en los puestos de control donde los trabajadores palestinos cruzan a Israel.
El activista palestino por los derechos digitales Nadim Nashif dijo que el uso de la tecnología de reconocimiento facial afianzó el "control" de Israel sobre los palestinos y se sumó a la "dominación" de los espacios físicos. Pero Tirza elogió su uso en los puestos de control y dijo que el objetivo principal era reducir la "fricción" entre soldados y residentes.
Tirza era coronel del ejército israelí en 2002 cuando se le encargó diseñar una barrera en respuesta a los ataques durante la segunda intifada o levantamiento palestino. En parte imponentes losas de hormigón, en parte vallas, ahora serpentea por más de 500 kilómetros a lo largo de la frontera entre Israel y Cisjordania.
Los palestinos dicen que la construcción de la barrera se apoderó de casi el 10 por ciento de Cisjordania y la Corte Internacional de Justicia la declaró ilegal. Pero Tirza dijo que también reformuló el conflicto. Hasta que se construyó, "mucha gente pensaba que no se podía separar" a israelíes y palestinos, dijo.
Tirza dijo que esperaba tener la cámara corporal terminada dentro de un año, y espera comercializarla entre las fuerzas del orden público de EE.UU. y México, aunque reconoció cierta reticencia. "Están muy interesados, pero dicen que tenemos que revisar la ley, a ver si la tecnología va demasiado lejos. Yo no creo que lo haga", concluyó.