Parece que los ejecutivos de OpenAI nunca han visto la película de ciencia ficción Terminator, o que en realidad están trabajando horas extras para hacer realidad la idea. Los laboratorios nacionales de investigación de Estados Unidos utilizarán los modelos de inteligencia artificial de OpenAI para asegurar armas nucleares, anunció la compañía en los últimos días, en lo que parece ser otro paso del gigante de la IA para profundizar sus lazos con el gobierno de Estados Unidos.
Como parte del acuerdo, se espera que hasta 15.000 científicos que trabajan en laboratorios de investigación nacionales obtengan acceso a la familia de modelos O1 de la compañía, que se centran en el análisis profundo de datos y la inferencia avanzada. Al mismo tiempo, OpenAI colaborará con Microsoft, su principal inversor, para desplegar sus modelos en Venado, la supercomputadora del Laboratorio Nacional de Los Álamos.
Inteligencia artificial que evitará una guerra nuclear
Según OpenAI, se supone que la tecnología ayudará a reducir el riesgo de guerra nuclear y protegerá los materiales peligrosos, pero la medida genera preocupaciones entre los expertos de la industria, ya que los modelos de la compañía son conocidos por su propensión a las fugas de información y los errores fácticos, y a pesar de las promesas de sistemas más seguros no está claro cómo evitar la divulgación de información altamente confidencial.
La medida coincide con el lanzamiento de ChatGPT Gov, una plataforma desarrollada por OpenAI para el gobierno de EE. UU., que permite a las organizaciones gubernamentales introducir información confidencial en los modelos de OpenAI en un entorno seguro. Al mismo tiempo, la compañía también se unió al proyecto Stargate de la administración Trump, una grandiosa iniciativa destinada a convertir a Estados Unidos en un líder mundial en inteligencia artificial, con una inversión de 500 mil millones de dólares.
La medida coincide con el lanzamiento de ChatGPT Gov, una plataforma desarrollada por OpenAI para el gobierno de Estados Unidos.
Todas estas asociaciones colocan a OpenAI en una posición clave en la relación entre Washington y Silicon Valley, pero también plantean preocupaciones sobre la influencia de la empresa privada en la política tecnológica de EE.UU. En un post publicado en ese momento, afirmó que "él (Trump, D.A.) cambiará el país en muchos sentidos".
El sorprendente competidor chino que entra en escena
Y mientras OpenAI profundiza sus lazos con el gobierno de Estados Unidos, la competencia global en el campo de la inteligencia artificial se está calentando. Recientemente, la empresa china DeepSeek presentó potentes modelos que causaron una tormenta en el mercado. El propio Altman admitió que se trata de un competidor serio, pero afirmó que OpenAI proporcionará mejores modelos.
Más tarde, OpenAI lanzó un ataque mordaz contra Deep Seek, acusándola de robar datos para entrenar su modelo R1. OpenAI afirmó haber encontrado pruebas de que DeepSeek utilizaba los modelos propietarios de la empresa para entrenar sus modelos, con la preocupación de una posible infracción de la propiedad intelectual.
La desarrolladora de ChatGPT le dijo al Financial Times que había visto algunas pruebas de "destilación" que, según ella, se originaron en DeepSeek. Esta técnica es utilizada por los desarrolladores para lograr un mejor rendimiento en modelos pequeños mediante el uso de respuestas de modelos grandes, lo que les permite lograr resultados similares en tareas específicas a un costo mucho menor.
De cualquier manera, a pesar del entusiasmo por el uso de tecnología avanzada en áreas sensibles como la seguridad nacional, hay quienes mencionan los guiones distópicos de las películas de ciencia ficción. ¿Serán los sistemas de inteligencia artificial los responsables de las decisiones más críticas con respecto a las armas nucleares en el futuro? A estas alturas, parece que Washington y OpenAI están dispuestos a correr el riesgo.