Los intentos de desarrollar vehículos autónomos comenzaron hace más de un siglo, mucho antes de que la mayoría de la población mundial hubiera visto siquiera un automóvil convencional. Desde entonces, hemos estado esperando el día en que podamos sentarnos en un automóvil sin conductor, leer un periódico o tomar una siesta mientras nos lleva de manera segura a nuestro destino.
Pero, ¿está esa visión cerca de convertirse en realidad? ¿La regulación está frenando el progreso tecnológico o la tecnología en sí misma aún no está lista? ¿Qué amenazas a la seguridad podrían surgir, y son el aire y el espacio las futuras autopistas?
"La capacidad central ya existe, y estimo que para finales de esta década, con la ayuda de la inteligencia artificial, veremos coches autónomos operando en rutas cerradas", dijo Amit Harel, CEO de Zicar Israel. "Si le proporcionamos al vehículo las condiciones óptimas, podrá mantenerse en su carril, estacionarse por sí mismo, llegar a su destino e identificar su entorno. El siguiente paso será ver cómo la regulación puede seguir el ritmo", añadió.
La ciberseguridad, una preocupación clave
"Los autos sin conductor pueden crear varios tipos de riesgos", dijo Sylvie Levy, subdirectora de la división cibernética de ELTA, parte de Israel Aerospace Industries. "Tenemos que asegurarnos de que el vehículo sea seguro y resistente a las interrupciones, y que la infraestructura diseñada para soportar estos coches, como los semáforos, los sensores y otros sistemas, también esté protegida. También hay importantes problemas de privacidad. Son desafíos grandes y complejos".
El profesor Dan Blumberg, vicepresidente de desarrollo regional e industrial de la Universidad Ben-Gurion del Negev y presidente de la Agencia Espacial de Israel, se hizo eco de esas preocupaciones. "Estamos tratando de proteger los sistemas computarizados dentro del vehículo. Cada coche ahora no tiene uno o dos, sino varios ordenadores. Al mismo tiempo, todos los sistemas que rodean al vehículo están evolucionando. No sólo estamos abordando problemas que existían cuando comenzamos, sino que los vehículos deben adaptarse constantemente a amenazas nuevas y en evolución".
Fari Mottet, jefe de la división de innovación disruptiva de la Autoridad de Innovación de Israel, dijo que los vehículos autónomos no serán la única solución a los futuros desafíos de movilidad. "Incluso con el mejor coche autónomo, sigues estando en las mismas carreteras bidimensionales de Israel, llegando a los mismos destinos junto a los coches conducidos por humanos. En el futuro, necesitaremos modos de transporte más rápidos, posiblemente vehículos voladores impulsados por tecnologías más allá de lo que conocemos actualmente", consideró.
"Israel es un líder mundial en tecnología de transporte, con cientos de nuevas empresas en el campo", dijo Daniela Gera Margalit, subdirectora general de innovación y movilidad inteligente del Ministerio de Transporte. "Se han invertido más de 27.000 millones de dólares en empresas israelíes de tecnología de transporte, alrededor del 10% de la inversión mundial en este sector. Definitivamente hay mucho por lo que estar emocionada", afirmó.