El zumbido de las abejas ahoga el zumbido del brazo robótico, que trabaja con una eficacia que ningún apicultor humano podría igualar.
Una tras otra, la máquina escanea pilas de panales que, en conjunto, podrían albergar hasta dos millones de abejas, inspeccionándolas en busca de enfermedades, controlando la presencia de pesticidas e informando en tiempo real de cualquier peligro que amenazara a la colonia.
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Saar Safra, director general de Beewise, y Hallel Schreier, jefe de investigación, junto a una colmena robótica desarrollada por la compañía en Beit Haemek.
(Reuters)
"Todo lo que haría un apicultor, el mecanismo robótico puede imitarlo y hacerlo más eficazmente sin cansarse y sin vacacionar"
Saar Safra, CEO de Beewise
La colmena de nueva generación fue desarrollada por la empresa israelí Beewise, que afirma que este tipo de cuidado permanente es necesario para minimizar el riesgo de colapso de las colonias.
El número de abejas disminuyó drásticamente en todo el mundo, en gran parte debido a la agricultura intensiva, el uso de pesticidas, las plagas y el cambio climático.
Las empresas están buscando diferentes tecnologías para intentar frenar el colapso masivo de las colonias, como la colocación de sensores en las colmenas tradicionales de madera, o métodos para hacer frente a la pérdida de abejas, como la polinización artificial.
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Un panal, parte de una colmena robótica desarrollada por la empresa israelí Beewise, en Beit Haemek.
(Reuters)
Beewise ya consiguió 40 millones de dólares de financiación de inversores privados
Con el tamaño aproximado de un remolque de carga, la colmena de Beewise alberga 24 colonias. En su interior, está equipada con un brazo robótico que se desliza entre los panales, visión por ordenador y cámaras. Las aberturas con códigos de colores en los laterales permiten a las abejas entrar y salir.
"Todo lo que haría un apicultor, el mecanismo robótico puede imitarlo y hacerlo más eficazmente sin cansarse, sin irse de vacaciones y sin quejarse", afirmó el director general Saar Safra.
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El director general de Beeswise, Saar Safra, observa una colmena robótica desarrollada por su empresa emergente en Beit Haemek.
(Reuters)
Esto incluye la cosecha de miel, la aplicación de medicamentos y la combinación o división de colmenas.
Beewise ya consiguió 40 millones de dólares de financiación de inversores privados y más de 100 de sus sistemas están en uso en Israel y Estados Unidos.
